delirios - scaloni & aimar

03. (pt2)

La caravana ya estaba llegando a su fin, aún no lo confirmaban en ningún medio pero Pablo ya te había avisado de ante mano hacia unos minutos. Al igual que sus ganas de verte, desde que piso suelo argentino durante la madrugada.

Le habías propuesto la idea de verse mañana, para que descansará un poco al menos, ya que hoy sería un día caótico. No tanto para vos, que saliste solo un rato a festejar con tus amigas y ya habías vuelto a tu departamento, sino para él que no había parado un segundo desde que ganaron el mundial hace apenas unas horas.

El celular vibrando en tus manos, te desconecta de la mirada atenta al noticiero, haciendo la cobertura de los festejos de la selección campeona del mundo.

Es Pablo respondiéndote a tu anterior propuesta.

Hace un mes que no nos vemos

No quiero esperar más...

(1) foto

Abrís confiada la foto, esperando alguna imagen random del día cómo estuvo mandándote desde temprano pero quedas tiesa al segundo ante el contenido enviado. Él no era de mandar ese tipo de fotos, de hecho era mayormente receptor de las tuyas. Durante esas noches solitarias de calentura, en las que solo podían encontrarse a través de llamadas subidas de tono o audios con doble sentido. Entonces recibir una imágen de su miembro duro debajo del boxer, era una sorpresa y a la vez una bendición.

Te mordes el labio, suspirando y das hacia atrás para escribir con rapidez sobre la pantalla de tu celular.

AH BUENO

todo eso es para mí?

Con velocidad Aimar respondió.

Todo esto es por vos

Sonreís como tarada, mientras una idea viene a tu mente, para retrucar la apuesta del rio cuartense.

entonces acá te espero pa

hace un calor

(1) foto

Le mandas una selfie acostada, tal cual como estabas en ese preciso momento, en tanga y con la remera de la selección argentina que uso en el 2006. En tu defensa, una bastante endeble, habías llegado a tu departamento, con calor y cansada, sin ganas de buscar ponerte algo más cómodo, así que optaste por decirle adiós al corpiño y el pantalón de jean.

Pendeja

Me vas a matar

Fueron los dos textos que te envío en el trayecto que deambulas por el departamento viendo que estuviera medianamente ordenado y limpio.

Con diversión respondes.

por lo menos espera hasta vernos

Ya estoy por salir

dale

Ves en televisión flashes del quilombo de tráfico y la cantidad monstruosa de gente en las calles, preocupándote un poco por como haría para llegar desde Ezeiza hasta pleno centro, así que le envías un último mensaje.