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Desconocido

Me gustó ver a Emma feliz con su amigo peludo. Desde que discutió con Beatriz estaba decaída. Me dirijo a la sala de informática para visionar las grabaciones. Me gusta hacerlo por seguridad y porque quiero saber qué ocurre en mis dominios. Después de examinarlas, he podido comprobar, como temía, que Beatriz acusó a Emma de acostarse conmigo para obtener privilegios o favores. Cuando Emma lo negó, Beatriz no la creyó en absoluto, lo que le estaba pasando factura a Emma. Me alegra haber contribuido a mejorar su estado de ánimo.

Hoy les he llevado la cena un poco antes. Emma ha aprovechado para preguntarme si podía llamarme de alguna manera, aunque no fuese mi nombre real. Mientras me lo preguntaba, me he quedado atrapado en sus ojos. Esos ojos verdes serán mi perdición, cada vez estoy más seguro de ello. He dudado unos instantes, estuve a punto de decirle mi nombre. Después de todo, ¿qué importa si ella lo sabe? Nadie que haya entrado aquí ha salido jamás.

Pero un nombre te humaniza y yo... Yo no quiero que me vea como a un humano, sino como lo que soy: un monstruo sin remordimientos, un asesino. No quiero que albergue esperanzas de que en mí encontrará aquello que un día tuve y dejé morir: mi humanidad. Así que le he dicho que puede llamarme Diablo. Un apodo como otro cualquiera, pero cada vez que lo pronuncie no evocará nada bueno, y de eso se trata, de que me tenga miedo. El miedo alberga prudencia, y la prudencia cierta distancia. Lo mejor es que mantenga esta distancia... por su seguridad.

Ahora salgo a buscar al niñato. Un medio mierda de tres al cuarto que no levanta un palmo del suelo, ahora tiene dieciséis años. Era un compañero de clase de la niña que murió porque no pudo soportar el bullying que le hicieron él y Beatriz. Es un bicho malo que solo puede ir a peor: el típico adolescente carente de atención que se le permite hacer e ir a dónde le dé la gana, y que sus acciones hasta la fecha nunca han tenido consecuencias, aparte de alguna leve amonestación. Lleva años ejerciendo el acoso escolar a distintos alumnos. El caso de Mara fue la gota que colmó el vaso y aun así, se ha ido de rositas. Hoy pondré remedio, por Mara, por los padres de la chiquilla y por otros tantos anónimos que padecen injustamente a manos de compañeros sin principios ni escrúpulos. Y no, no me considero en absoluto un justiciero. Soy un diablo nacido de las cenizas de mi rostro, un monstruo creado de la indiferencia social, un demonio que sale a cazar para equilibrar la balanza hacia los más vulnerables. Este es mi averno particular y yo, el puto Diablo, me voy de caza.

Pol, que así es como se llama mi presa, estará hasta altas horas de la madrugada de botellón con sus amigos; después, cuando acabe la fiesta, será mío. Las últimas tres calles hasta su casa, suele recorrerlas solo; por lo tanto, yo estaré esperándolo cuando llegue. Con el alcohol que ha consumido sus reflejos estarán mermados, pero aunque los tuviera al cien por cien no tendría ninguna posibilidad conmigo; me llega justo por encima de la cintura, poco más. Me sorprende que en un cuerpo tan pequeño quepa tanta maldad y encima, que se jacte de ello.

Ahí viene, tan seguro de sí mismo. Cuando pasa por delante de mí, me coloco detrás de él con discreción. Al llegar a la esquina, le rodeo el cuello con mi brazo y en tres, dos, uno... Inconsciente. Lo meto en el maletero y nos vamos a La Guarida. Mañana habrá un mierdecilla menos en el mundo. Cuando llegamos al búnker, mi infierno particular, desciendo por las escaleras llevándolo a rastras. Después, lo llevo al calabozo. Beatriz y Emma se sorprenden cuando ven que entro con compañía.

—¡Pol, ¿qué haces aquí?! —le grita Beatriz sorprendida y con cara de espanto.

El niñato ya se está despertando y lo meto en la jaula vacía.

—Bienvenido al infierno, cabrón. Mañana, te sacaré la factura de tus diversiones, y empezarás a pagar.

—¡Hijo de puta! ¡Sácame de aquí! ¡Te vas a enterar! —grita, agarrado a la jaula mientras se sacude de rabia.

LA ESCALERA DEL DIABLO. La cara oculta del monstruo (FINALIZADA)Where stories live. Discover now