Capítulo 5: Retirada

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Tres días habían transcurrido desde que Shana despertó y comenzó a vivir con la familia de Aleck. Se estaba adaptando a las labores del hogar, colaborando con Zuria en las tareas domésticas, cocinando y ayudando a preparar las mermeladas que Zuria vendía en Hectia y en los pueblos cercanos.

Mientras estaban tranquilamente en la cocina, Roger irrumpió en la casa, su rostro revelaba horror y urgencia.

—¡Están aquí! —exclamó Roger, su voz temblorosa llenó la habitación.

—¿Quiénes están aquí? —preguntó Zuria, perpleja por la expresión de su esposo.

—La Legión Oscura. Están buscándola a ella. —Roger señaló a Shana con temblor en su voz— ¿Dónde está Aleck?

—Creí que estaba contigo —respondió Zuria, con preocupación.

Un golpeteo en la puerta hizo que el miedo se apoderara de los tres. Zuria tomó una capa gris y cubrió a Shana con ella, ocultando su cabello bajo la capucha. Luego, abrieron la puerta, aliviados al ver que era Aleck.

—¡Hijo mío! —Zuria corrió hacia él para abrazarlo.

Roger también se unió al abrazo, su mirada preocupada se clavó en Aleck.

—¿Qué está pasando? —preguntó Aleck, desconcertado.

—La Legión Oscura está aquí. Te están buscando a ti, a ella. —Explicó Roger.

—¿Cómo saben que vienen por ella? —inquirió Aleck confundido.

—Escuché a Paolo hablando con un guardia. Están buscando a una chica que coincide con su descripción.

La situación requería rapidez. Si la Legión Oscura ya estaba tras Shana, la familia podría ser incriminada por albergarla.

—Tienes que irte —insistió Roger, dirigiéndose a Shana.

La expresión de Shana se llenó de pánico. Sabía que su presencia allí podía desencadenar problemas para la familia que la había acogido, pero desconocía qué estaba sucediendo y dónde ir.

—Aleck, irás con ella. —Declaró Zuria.

Todos se sorprendieron y confundieron por la sugerencia de Zuria.

—¡¿Cómo se te ocurre?! —exclamó Roger.

—Si la Legión Oscura ya está aquí, aunque solo sospechen, Aleck será llevado a Xeris si se queda. Además... él la encontró, estoy segura de que no quiere dejarla sola. —Zuria miró a su hijo, acarició su rostro y tomó sus manos—. Hijo mío, te hemos escondido aquí durante tus 23 años de vida. Eres un adulto aferrado a ayudar a tus ancianos padres, pero tu destino va más allá. Posees un don increíble que, por más que intentemos ocultarlo, es parte de ti. Úsalo y ayúdala. Ella te necesita. En el camino, descubrirás quién eres verdaderamente.

Zuria sacó de un cajón un libro gastado con tapa de cuero azul y una cadena de plata con una gran gema verde.

—Toma —dijo, entregándole esos objetos a su hijo.

—¿Qué es esto? —preguntó Aleck, confundido.

—Son las únicas cosas que tenías contigo cuando te encontramos —dijo Roger, acercándose a su esposa y poniendo una mano en su hombro.

Aunque no era la manera ideal de confesarlo, Roger sabía que era lo mejor para Aleck. Debían contarle la verdad.

—¡¿Qué?! —exclamó Aleck, en estado de shock.

—Te lo explicaremos cuando regreses, pero nunca dudes que te amamos con todo nuestro corazón —dijo Zuria, al borde de las lágrimas mientras acariciaba la mejilla de Aleck.

Eclerion: El Legado del ReyWhere stories live. Discover now