Capítulo 25: El Ataque a Minesta

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Shana abrió los ojos, había descansado muy bien, pero el gusto no le duro mucho, se sobresaltó al ver que el huevo que tanto había cuidado estaba roto, le dio miedo pensar que lo que sea que hubiese nacido de él hubiera escapado mientras ella dormía.

Los demás se habían ido a entrenar, por lo que estaba ella sola con su preocupación. Entonces escuchó el pequeño sonido de creaturita detrás de ella. Shana volteó, frente a ella había un bebe dragón de al menos unos 30 centímetros de alto y unos 40 de largo contando la cola, color azul con brillo plateado.

—¿Ori?

El dragón reaccionó haciendo otro sonido, Shana lo abrazó emocionada. De entre los árboles salieron Aleck y Zamina que estaban regresando por algunas cosas al campamento y pudieron ver la emoción de Shana con su nuevo amigo.

—¡¿Es un dragón?! –Exclamó Aleck.

Emocionado se acercó a verlo, Ori recibió bien a Aleck, parecía agradarle, era la primera vez que Aleck veía un dragón.

—Me alegra ver que al fin nació –dijo Zamina –. Pensé que bastarían 3 días a tu lado para que naciera, no creí que tardaría tantas semanas.

—¿Qué tipo de dragón es? – preguntó Aleck.

—Es un tipo de dragón muy raro, quedan solo 11 de estos especímenes con vida en Eclerion, Luka los hizo una especie protegida, recibió el huevo antes de convertirse en Rey, quien cuida al huevo durante su gestación se convierte en su maestro, Luka me encargó que lo guardara bien y que te lo entregara cuando lo considerara conveniente.

Inevitablemente el pecho de Shana se sentía oprimido cada vez que escuchaba hablar sobre Luka, aunque no lo recordara sabía que él era alguien especial para ella, aunque lo quisiera negar.

—Zamina... ¿Cómo era Luka? —preguntó finalmente.

De todas las personas con las que se había topado hasta ahora, sabía que ella era quien podría contarle más sobre él. Había pasado tanto tiempo escuchando sobre él de otros, lo mucho que llegó a amarla, pero ella no podía recordarlo y quería hacerlo, quería saber la razón del dolor que le causaba el solo hecho de escuchar su nombre, quería poder entender el por qué él que tanto se había preocupado por ella había sellado su memoria para no recordarlo.

— Creo que de los tres kirili, Luka ha sido el más carismático de todos, era una persona con la facilidad de ganarse a la gente. Respecto a ti creo que el amor que sentían logró sobre pasar la muerte.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Shana.

—¿Acaso no te has dado cuenta todavía? —La cuestionó Zamina con verdadera sorpresa—. Aleck es la reencarnación de Luka.

Aleck y Shana voltearon a verse, era algo que ninguno de los dos habría siquiera imaginado.

—Y tanto Aleck como Luka son las reencarnaciones de Kram, la kirili original.

Comprender esta nueva información era un poco complicado para Aleck, la sombra con la que había estado peleando todo este tiempo era su vida pasada. Lo peor de todo era que era una personalidad con la que él mismo no se podía identificar.

Para Shana, en cambio, trajo cierta tranquilidad, pensar que siempre, con o sin recuerdos, había escogido a la misma persona, indicaba que de verdad Luka había sido el amor de su vida y ahora seguía junto a ella como Aleck.

Zamina quería decir más cuando tuvo un gran escalofrío que recorrió todo su cuerpo el cual la dejó con una expresión de susto en el rostro.

—¿Qué sucede? – preguntó Aleck al verla.

Eclerion: El Legado del ReyWhere stories live. Discover now