Capítulo 29: Luka

1 0 0
                                    

Aleck estaba parado justo enfrente de su vida pasada, el Rey Luka Coriande.

—Sígueme, te llevaré a conocer lo que fue nuestra vida.

Dudoso, pero entendiendo la situación, Aleck dio un paso adelante. Entonces, mientras caminaban por los pasillos del castillo el lugar progresivamente se transformaba, se encontraban en el campo de entrenamiento de los caballeros, entre ellos, había tres niños jugando y una niña más pequeña.

—Yo nací como hijo único del Rey Bartros, por lo que era el príncipe heredero del Reino de Jade. Solo tenía permitido jugar con los hijos de los caballeros, los únicos de mi edad eran Aria, Elliot y Zacian.

Luka continuó caminando y Aleck tras de él, conforme caminaban el escenario oscurecía hasta transformarse en la sala del trono donde el Rey Bartros yacía sentado observando a un hombre musculoso, con una gran melena blanca y un parche en el ojo izquierdo que hacía reverencia frente a él. El pequeño Luka observaba con curiosidad mientras se ocultaba detrás del trono de su padre.

—Rey Bartros, soy un paladín que ha viajado desde muy lejos con una gran noticia, los dioses han escuchado sus plegarias, usted anhela poseer el Reino más próspero de todos ¿No es así? —dijo aquel hombre levantando la mirada para ver la reacción del Rey.

—¿Qué es lo que deseas? —preguntó seriamente el Rey.

—No mucho su majestad, he venido hasta aquí porque su hijo es el nuevo kirili y mi intención es entrenarlo para convertirlo en el mejor guerrero de toda Yunuetra.

El Rey parecía verdaderamente interesado, de momento no lo comprendía bien, la palabra kirili la había escuchado antes en las historias legendarias, sabía que era un título importante, entonces trató de recordar. Tras pensar profundamente su memoria se ilumino, la palabra kirili hacía referencia a la gran salvadora de Yunuetra, Kram Drakken, aquella que había sellado a los demonios trayendo la paz siglos atras.

El Rey Bartos era conciente de que Luka poseía tanto poder mágico como divino, pero eso era un secreto que había guardado muy bien, por lo que a pesar de dudar sobre la fuente de aquel hombre, tenía una buena corazonada al respecto.





—Yo tenía apenas 10 años cuando Ronan se presentó ante mi padre, le dijo que yo era la reencarnación de Kram Drakken. Mi padre acepto que me entrenara para fortalecer mis habilidades divinas, mágicas y de combate. Ronan era un hombre extraño, siempre hablaba enigmáticamente, pero todo lo que decía y predecía era muy acertado. Entrene arduamente y a pesar de haber destacado... —agregó Luka con un nudo en la garganta— Yo no fui capaz de hacer nada ese día.

Las personas desaparecieron y la sala comenzó a tornarse oscura e incandescente, era de noche y todo estaba cubierto en llamas, se escuchaban gritos por doquier, estaban bajo ataque. Los elfos de luna habían invadido Naaia, ellos lograron llegar al castillo asesinando a todo aquel que les hiciera frente, al ser elfos tenían mayor dominio de la magia que los magos de la torre, además de que su variedad de raza a pesar de carecer de poder divino se distinguía por ser excelentes en combate cuerpo a cuerpo, fue solo cuestión de tiempo para que llegaran hasta el Rey.

El Rey Bartros peleaba conjurando una gran cantidad de hechizos y asesinando a los que llegaban a acercarse a él con su gran espada, pero usar tal cantidad de energía lo había dejado exhausto a la hora de enfrentarse contra el líder de los elfos de luna. Luka entró rápidamente a ayudar a su padre, entre los dos habían logrado contenerlo, iban ganando, pero fue demasiado pronto para bajar la guardia. Aquel elfo tenía una habilidad superior a la de ellos, entonces aprovechó cuando Bartros se alentó para contratacar degollándolo justo frente a los ojos de Luka.

Eclerion: El Legado del ReyWhere stories live. Discover now