Capítulo 17: Trapol

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Llegar a Trapol les tomaría el resto del día y toda la noche, Fred sabía cómo llegar, sin embargo, era un lugar al que nunca había visitado, sabía que era un lugar prohibido para los humanos y las historias que rondaban sobre los orcos y su isla eran verdaderamente aterradoras por lo que nadie se atrevía a pisar su hogar sin una buena razón.

La noche había llegado, Riande y Fred se habían vuelto buenos amigos, los tres hombres dormían profundamente, Shana se sentía inquieta por lo que salió a la cubierta para reflexionar bajo las estrellas. Aleck despertó al escuchar la puerta abrirse y cerrar, primero considero en no darle importancia, pero el kerion estaba brillando, eso era algo que no podía ignorar, decidió salir para abrirlo donde hubiera más luz. Adormilado salió a la cubierta, se recargó sobre el timón y abrió el kerión, la gema que había obtenido en Urek brillaba bajo el mismo tono azulado, entonces sin que él se diera cuenta, sus ojos absorbieron parte de esa luz. Después los dos dejaron de brillar, algo había cambiado y no había sido el libro, paso hoja por hoja y aunque todo seguía igual Aleck se dio cuenta de algo importante, podía entender perfectamente todo lo que estaba escrito en el libro.

—¿Con que a esto se refería Zamina cuando dijo que estaba incompleto? —se cuestionó a sí mismo.

Podía entenderlo todo a detalle, todas esas escrituras extrañas e idiomas desconocidos ya no eran un desafió, ahora podría descubrir y aprender del kerión de manera eficiente, pese a su emoción, su cansancio era mayor, sería mejor regresar a descansar y revisar el libro bajo la luz del sol, entonces fue cuando vio la silueta de una persona, primero se espantó un poco pensando que podría ser alguien de la Legión, pero gracias a la luz de la luna pudo darse cuenta de que se trataba de Shana. Su brillante cabello rosa y su piel blanca resplandecía bajo su luz, sin embargo, su rostro proyectaba una gran angustia, Aleck se acercó a ella para platicar.

—Parece que hay algo que te mortifica —dijo Aleck acariciando su cabeza.

—Podría decirse que lo estoy —contestó ella sin dejar de ver a la luna.

Aleck pasó el cabello de Shana detrás de su oreja, ya de cerca se dio cuenta que algunos de sus mechones se tornaban rojizos, preocupado y sin pensar en sus palabras se lo hizo notar.

—Tu cabello ... —dijo Aleck angustiado.

Shana paso su mano sobre su cabello y de entre sus dedos observó lo que Aleck acababa de notar, efectivamente algunos de sus mechones se habían tornado rojizos, pero ella no se había percatado al respecto hasta entonces, sin embrago, lo que la angustiaba era mayor a lo que la podría preocupar el desarrollo de su maldición.

—Es verdad —dijo soltando su cabello sin darle importancia.

—Si eso no es lo que te preocupa entonces ¿Qué es lo qué te angustia?

—¿Recuerdas que te dije dentro del templo que tuve un recuerdo? —preguntó Shana— Recordé a un orco junto a... otra persona... pero no puedo recordar más; quiero pensar que si encuentro a ese orco podrá decirme algo sobre quien soy y de dónde vengo, pero tengo miedo. —«Y más sobre esa persona" pensó sin querer decirlo en voz alta».

—¿De qué? —cuestionó Aleck confuso.

—Aleck.... —La voz de Shana se entrecortaba— ¿Y si no soy lo que crees?

—No te preocupes Shana —dijo él dulcemente—. Sé que eres buena persona, no tienes nada de qué preocuparte.

Aleck abrazó a Shana, ella estaba llorando sin realmente comprender qué era lo que tanto la angustiaba, pero sentía como si estuviera por descubrir algo que le cambiaria completamente su perspectiva sobre sí misma y no sabía si estaba lista para descubrir la verdad de su pasado.

Eclerion: El Legado del ReyWhere stories live. Discover now