Capítulo 15: Zajve

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Tardaron un día más en llegar hasta Zajve, el puerto más importante de Eclerion, su actividad comercial principal era la pesca y, en el pasado, solían recibir productos de países extranjeros. Como puerto su paisaje principal estaba compuesto por palmeras y el inmenso mar. La mayoría de las casas y comercios estaban construidos a partir de madera al igual que los embarques.

Al igual que el resto de las ciudades y provincias, la Legión Oscura tenía soldados desplegados por todo el lugar, el único que podría ingresar pasando desapercibido era Aleck, si ya de por si era difícil hacer que Shana por su cabello rosado pasara desapercibida, Riande con su gran estatura y físico sería un desafío aún mayor.

—Espérenme aquí —dijo Aleck todavía a las afueras de la ciudad—. No tardaré.

Riande y Shana se escondieron, a diferencia del norte, el sur de Eclerion era una región sumamente calurosa, esperar a Aleck en ese clima parecía una eternidad para Shana mientras que para Riande era todo un placer estar bajo el sol.

Aleck regresó aproximadamente una hora después.

—¿A dónde fuiste? —preguntó Shana

—Traté de buscarles disfraces, pero solo conseguí para ti —dijo mostrando un bonito sombrero.

—¿Lo robaste? —preguntó Riande.

—Por supuesto que no, tengo dinero. —dijo refiriéndose al dinero que había obtenido de Darren— Y este lugar sorprendentemente no es nada caro, además no hay pobreza como en Kantira. — Acomodó el cabello de Shana para que quedara completamente oculto por el sombrero.— ¡Perfecto!

Shana se veía muy bonita con el sombrero hecho de fibras naturales y decoraciones de conchas marinas. Aleck le quitó la capa y la guardó en su mochila para que no se asara bajo ese clima.

—Ahora Riande, estaba pensando en que como hombre un sombrero como el de Shana no sería una buena idea, además tu estatura en si misma es algo demasiado llamativo, mides más de dos metros, además ningún humano tiene el color de ojos amarillos como los tuyos.

—Deberías revisar el kerión —sugirió Riande— recuerdo que Luka tenía un hechizo capaz de hacer parecer a cualquier raza por un humano por uno o dos días.

—Eso sería útil si tan solo supiera cómo leerlo —le recordó Aleck.

A pesar de saber que sería inútil, Aleck revisó el kerión, aunque hubiera un hechizo así, no había garantía de que resultara correctamente. Tras un rato buscando lo encontró, era un hechizo sencillo, pero según la raza era diferente el cántico a utilizar. Al no saber cuál era el efectivo para elfos intentaron de uno por uno, para el cuarto cántico lo lograron, Riande se transformó, su estatura disminuyó a ser ligeramente más alto que Aleck, su cabello se volvió castaño cenizo, sus orejas puntiagudas se convirtieron en orejas de humano y sus ojos amarillos se volvieron cafés.

—¿Lo logre? —cuestionó Aleck al ver el resultado.

—¡Lo lograste! —dijo Shana observando a Riande sorprendida, parecía una persona completamente distinta.

—Bien, ahora podremos entrar —dijo Riande satisfecho.

—Esperemos el hechizo si dure —agregó Aleck preocupado.

Los tres entraron a Zajve en busca de un barquero que los llevara a Urek, el puerto era un lugar increíble, con excepción del aroma a pescado los tres estaban encantados con el lugar, era la primera ciudad que veían un pueblo que no se encontraba en decadencia, la gente era alegre y amable, además, ver el mar y los barcos por primera vez para Aleck y Shana los hacía parecer niños pequeños emocionados por todo lo que veían.

Eclerion: El Legado del ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora