Capitulo 78

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Suavidad, menta y bosque

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Suavidad, menta y bosque. Su subconsciente intentaba despertar por completo, pero por el momento, aquello era lo único que Lily podía sentir, escuchar y oler. Era una parálisis de sueño, esa extraña afección donde uno no puede moverse ni hablar, ya fuera cuando apenas te quedabas dormido o al despertar. Esa extraña afección donde estas dormido pero completamente consciente de lo que ocurre a tu alrededor.

Sabía perfectamente que se trataba de una parálisis de sueño, sufría de ese padecimiento desde que había escapado de Hogwarts hace casi dos años. No había sido de inmediato, por supuesto, pero comenzaron tres meses después de escapar, justo cuando se enteró de la muerte de Albus Dumbledore. Desde entonces, casi nunca dormía del todo, pues solía estar más que consciente por si llegaban a atacarlos. 

Cosa que en realidad era estúpido, pues durante una parálisis de sueño era casi imposible salirse de dicha parálisis. 

Inhalo profundo, llenando sus pulmones de aquel delicioso aroma. Minutos después, fue capaz de abrir lentamente los ojos. Lo primero que vio fue borrosamente una pared blanca, parpadeó un par de veces, inhalo profundo nuevamente y con el cuerpo entumecido se incorporó lentamente, escuchando en el proceso como los huesos de su espalda tronaban.

Llevaba días durmiendo en el catre de la casa de campaña, claramente su espalda resentía y agradecía en partes iguales que hubiera descansado en aquella mullida cama bajo ella. 

Miró a su alrededor. La habitación era grande, amplia, espaciosa. Era una habitación de al menos 80 metros cuadrados, en promedio. Tenía paredes blancas con decoraciones en color negro. La cama era gigantesca de más de cuatro plazas, con sabanas blancas y almohadas negras. La cabecera y cortinas eran negras con detalles en negro. En el techo había un enorme y majestuoso candelabro de cristal. 

Frente a la cama, en medio de la habitación, había una pequeña salita de muebles antiguos pero sumamente elegantes, alumbrados por el ventanal que había a su izquierda. Miró a su costado izquierdo, donde un buró y una silla descansaban junto a ella. 

Un estremecimiento la recorrió y tensó su espalda. Cerró los ojos ante el presentimiento que sentía y giró el rostro hacía el lado lado derecho con lentitud. Su respiración se volvió errática, pero intento mantener el rostro estoico. 

Ahí, en la silla que había del lado derecho, bastante más alejado de la cama a comparación de la otra silla, estaba sentado Draco Malfoy. 

Sus ojos verdes chocaron inmediatamente con los ojos grises de Draco. Su corazón latía furiosamente y sintió sus manos temblar, pero se aferró con fuerza a la sabana y enderezó su espalda en un intento de no demostrar el revoltijo de emociones que sentía en aquel momento. Endureció sus facciones e incluso se permitió fruncir un poco el ceño. 

Ninguno de los dos cedió en su guerra de miradas, pero aún así ella se permitió el analizarlo visualmente. Estaba más...grande, que antes. Por no decir que estaba más fornido, musculoso. Atrás había dejado a aquel Draco Malfoy del colegio que era delgado y de brazos fuertes, dando paso a este hombre más alto, de mayor musculatura y mucha más fuerza. 

Potter Girl [Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora