Qué bonito es querer.

199 17 20
                                    

Marc Clark.

El viernes había llegado y estaba emocionado por contarle a Dareck sobre dos cosas. Primero quería dedicarle una canción, porque ha sido él el único que ha estado para mi para bien y para mal, sin importarle si yo me alejaba porque necesitaba entenderme y lo segundo...

—Marc —Escuché el grito de Lucas y me saludaba con la mano mientras se acercaba a mi mientras yo me acercaba hacia él sonriendo.

Ayer habíamos quedado en encontrarnos antes de que fuese el entrenamiento. Me había dicho que podríamos vernos después del entrenamiento, pero yo le dije que no podía después pero antes si. ¿El motivo por el que no podía? Dareck, claro. Mi mejor amigo.

—Oye, ¿por qué no puedes juntarte después del entrenamiento? Si hoy Elaia tiene entrenamiento.

—¿Elaia? —Pregunté.

—Si, con la chica que coqueteas —Me dio un golpe amistoso en el hombro.

—Ah, claro. Elaia.

¿Coquetear con Elaia? Pero si ella era mi amiga. A mi no me gustaba ella, pero bueno, no podía decirle la verdad a Lucas, no aún.

—Bueno, es que hoy viene Dareck a mi casa a pasar la noche.

—Bueno. Primero los amigos antes que las chicas.

—Claro, justo eso. No he pasado tiempo con él últimamente y pues realmente quiero seguir siendo su mejor amigo.

—Sí, creí que estaban peleados.

—No. No es culpa de Dareck, soy yo que me alejo.

—¿Por qué? —preguntó y dudé si responderle o no.

—Por nada, cosas mías.

¿Cómo podía contar lo que sentía?

No es que no confiara en Lucas, sino que lo más probable es que no entienda a lo que me refiero y no lo juzgo, ni yo mismo me entiendo.

—¿Pases? —preguntó en un silencio incómodo.

—Claro.

Estuvimos un rato pasando la pelota y metiéndola a la cancha hasta que el entrenador y los demás compañeros llegaron. Comenzamos el entrenamiento y se me hacía extraño que Darek no apareciera, me había dicho que vendría, no podía dejarme solo.

—¿Todo bien, Marc? —preguntó Lucas.

—Sí —mentí.

—Mira quien viene —señaló en dirección a la entrada y vi a Darek.

Su cabello rubio estaba revuelto, sus mejillas un poco coloradas y tenía cara de preocupado. Me preguntaba si algo le pasaba.

Saludó con una sonrisa a los que saludaron y se puso a un lado de Carlos, uno de los porteros del equipo. Mientras platicaba con él me sonrió y yo le regresé la sonrisa, Carlos me miró y al instante se fue a hablar con otra persona, dejando libre a Dareck. No dudé en acercarme a él y mientras calentábamos nos alejamos un poco para que no pudieran escucharnos.

—¿Todo bien? Es que llegaste tarde, y tú nunca llegas tarde.

—Todo bien, solo estaba en llamada con unos amigos y se me hizo un poco tarde.

—Vale. Hoy llegué un poco más temprano y platiqué un rato con Lucas.

No sé porque intentaba ponerlo celoso, tal vez porque había sentido celos de que había estado hablando con sus amigos. Me había arrepentido, no podía estar celoso de que Dareck tuviera a más amigos que no fuera yo, porque él siempre había estado en mis mejores y peores momentos.

Aunque no sea conmigo.Where stories live. Discover now