Esta historia va sobre dos mejores amigos que el fútbol los une, que están a punto de dar un paso más en su amistad, que creen que todo va perfecto para ellos. Pero algo sucede. El destino es demasiado cruel cuando ve que las cosas van bien, cuando...
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Dareck:
Cada día parecía gustarme más formar parte del equipo Wellesley y aunque la rutina fuera un poco repetitiva, yo recién comenzaba a adaptarme.
—Dareck, Mariano me ha dicho que mañana se cancelan las clases, ¿te parece si vamos a un skate park?
—Javi, yo no sé patinar —respondí al pelinegro que me ha estado acompañando en mi proceso de adaptación, quien ha estado para mi durante este tiempo.
—Siempre se puede aprender.
—No tengo un skate.
—Te presto la mía, venga. ¿Vamos?
—Bien, pero no vayas a burlarte si me caigo.
—Prometo no hacerlo —me dio una palmada en la espalda y desapareció, dirigiéndose a su habitación.
Mi rutina era la misma, algunas noches iba con Javi al skate park para seguir aprendiendo, pero la mayoría de veces estábamos tan cansados que decidíamos mirar una película que regularmente veíamos en su habitación y otras veces en la mía, pues en la zona de descanso había varios chicos y nosotros queríamos ver películas románticas y o de asesinatos.
—Dareck, ¿qué pasa con ese chico? El del equipo Hereford. Dijiste que me contarías.
—Javi, te diré la verdad, pero no digas nada, es algo muy privado.
—Tranquilo que de aquí no sale nada —señaló su boca.
—Ese chico... Su nombre es Marc. Antes de entrar al equipo Wellesley estaba en su mismo equipo, no solo eso, lo conozco desde que éramos unos críos, éramos mejores amigos y bueno, él se fue al otro equipo.
—¿Cuál de los dos se fue del equipo primero?
—Él —respondí.
—No entiendo, entonces tu lo dejaste —negué.
—No. Javi, no solo éramos mejores amigos, en realidad Marc y yo éramos novios —Javi abrió los ojos, sabía que no se lo esperaba—. Nunca me dijo que le habían ofrecido el puesto hasta poco antes de irse y me dolió mucho, pero luego lo acepté porque dijo que pronto iría al mismo equipo, que el técnico se lo había asegurado. Fui paciente, pero Marc de la nada me hablaba y a veces dejaba de hacerlo, nuestras conversaciones ya no eran lo mismo, lo nuestro se estaba apagando y...
—¿Te rompió el corazón? —asentí.
Tragué grueso y sentí un dolor en la garganta por aguantar el llanto.
—Dareck, ahora entiendo el porque no quieres estar con él.
—Creo que lo mejor es eso, alejarnos. Somos equipos rivales.
—Eso es cierto.
—Creo que la mejor decisión que tomé fue venir a este equipo, parecía que a Marc le estaba gustando un chico de su equipo, no podría estar ahí y ver como le gusta alguien más.
—Ver eso sería de lo más doloroso. Dareck, de esta habitación nada sale y cada que juguemos contra ellos y él quiera acercarse yo lo voy a impedir.
—Gracias, Javi. Tal vez algún día debería hablarlo con él.
—No tienes porqué presionarte, eso hazlo cuando te sientas listo. Realmente no puedo decirte mucho, porque a ninguno de los dos los conozco lo suficiente, pero si crees que hiciste lo correcto seguramente tienes razón, hiciste lo correcto para no lastimarte.
Javi se había convertido en un buen amigo, siempre estaba para mí y pasamos mucho tiempo juntos. No lo veía de forma romántica y sabía que él tampoco, simplemente éramos muy buenos amigos que se alegraban por los logros del otro y estaban ahí cuando el otro estaba triste. Javi era un poco cerrado, no me ha llegado a contar mucho sobre él, pero entendía que su personalidad era así, ser cerrado pero siempre te apoyaba y hacía otras cosas para demostrar su amistad.
Los días pasaban cada vez más rápido, me iba adaptando mucho más y comenzaba a pensar menos en Marc, ya no le daba importancia a su recuerdo. No le di importancia hasta que nuevamente jugamos en contra del equipo Hereford, ahora ellos habían venido al Club. Javi y yo los vimos bajar uno por uno para darles la bienvenida hasta que bajó Marc y fue mi turno de saludarlo. Le extendí la mano, pero él me dio un abrazo del cual me aparté de inmediato un poco incómodo.
—Dale, que atrasas a los demás —Javi saludó a Marc con una palmada en la espalda, empujándolo para que continuara caminando.
Marc no apartó la vista de mí, pero yo sí lo hice porque la situación se tornó incómoda.
—Tampoco hace falta ser tan brusco —reí.
—Se me fue un poco la mano, pero es que ya tengo ganas de jugar —respondió Javi luego de saludar a los últimos chicos.
Comenzó el partido y hubo un poco de pelea, pero no llegó a mucho. De un momento a otro íbamos perdiendo dos a uno y en un mal pase la pelota llegó hacia mi. Creo que ese no fue un mal pase, fue un pase intencional porque Marc jamás fallaría un pase así y aunque pudieron ser los nervios, él estaba cerca mío cuando comencé a llevarme el balón para tirarle y aún así no intentó quitármelo ni taparlo, sólo hacía la finta de querer hacerlo pero no lo hacía. Logré meter el segundo gol y luego alguien más metió el tercero. Mi equipo había salido ganador una vez más.
Cuando el partido terminó quise ir a tomar agua, pero Marc me detuvo.
—Dareck, ¿podemos hablar?
—¿De qué quieres hablar?
—De nosotros —se acercó un poco, pero dejando el suficiente espacio entre nosotros.
—Marc, no hay ningún nosotros, ya te lo dejé claro.
—¿Qué fue lo que te hice que te afectó tanto?
—Piénsalo tú, no es tan difícil encontrar la respuesta. Tengo que irme. —me di la vuelta, puso una mano sobre mi hombro para detenerme y me giré.
—Dareck, seguiré esperándote.
—No lo hagas, Marc. No pierdas tu tiempo, ya nada puede repararlo.
Y lo dejé ahí, era la mejor forma de hacer las cosas, yo no quería seguir lastimándome ya lo había hecho demasiadas veces. Lo busqué un montón de veces y ahora solo cuando él quiere me busca, no lograba entenderlo.
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Primero que nada quiero decir que ya es el capítulo numero 31 de ésta historia que ya casi llega a su fin. La verdad me encanta el proceso de escribir y aunque sé que me cuesto intento salir adelante. Jamás he terminado una historia, siempre comienzo y las dejo al final, pero sé que con esta será distinto y espero que sigan muchas más historias que tengan un final.
A veces comienzas algo y nunca lo terminas y cuando estas a punto de terminarlo tienes miedo, pero a veces debes de vencer ese miedo para lograr lo que quieres.
Como saben, las vacaciones se vienen y en estas vacaciones se vienen dos cosas:
1.- Más capítulos de esta linda historia y su fin.
