Esta historia va sobre dos mejores amigos que el fútbol los une, que están a punto de dar un paso más en su amistad, que creen que todo va perfecto para ellos. Pero algo sucede. El destino es demasiado cruel cuando ve que las cosas van bien, cuando...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Dejo la canción solo por si quieren escucharla, no es necesario:)
Dareck.
Últimamente había estado regresando solo a mi casa después del entrenamiento. Me sentía tan cansado, tan triste sentía que las tardes eran eternas, tanto que comencé a estudiar toda la tarde hasta que la noche llegase y así era mi día a día. Entrenamientos, escuela, estudios. De vez en cuando hablaba con Marc, pero era un plática corta y seca de su parte.
Mi mañana fue tranquila en la escuela. A veces tenía ganas de nunca haber conocido el fútbol, pues no hubiera conocido a Marc, el causante de todos mis problemas.
—Dareck, ¿te pasa algo? —pregunta Pol.
—No, nada. Solo tengo un poco de sueño —froto mis ojos para que me crean.
—No te creo —dice Jade.
—Yo menos —ahora habla Eva.
—Yo sí. Pero es que no has dormido bien por Marc.
—No es Marc.
—¿Entonces? —preguntó Jade, quien comía una paleta.
—Pienso salirme del fútbol.
—¿Qué? ¿Por qué? —preguntó Pol en un tono alto, pero por suerte en la segunda pregunta se dio cuenta y bajó más el tono.
—Porque ya no estoy motivado como antes. Ya no tengo las mismas ganas de ir a los entrenamientos.
—¿Y eso es por qué Marc ya no está contigo ó porqué ya no te gusta ir?
—No lo sé, Jade, Lo mismo me pregunto yo.
—No Dareck, yo sé que a ti te encanta jugar. Siempre querías jugar y cuando había torneos en el colegio siempre se ganaban gracias a ti, no dejes que Marc apague tu sueño. —Pol medio una malvada en el hombro y dejó su mano en mi espalda.
—No lo sé, chicos. últimamente no me encuentro muy bien. Marc dijo que vendrían a buscarme y aún no lo hacen. ¿Creen que vendrán?
—Puede ser que sí. Tal vez solo debes darles más tiempo, Dareck. O tal vez no sea el camino correcto —habló Eva, quien siempre terminaba siendo la más madura de los cuatro.
—¿Debo seguir? —pregunté a los tres, quienes asintieron casi al mismo tiempo.
—Dareck, tu amas jugar, no lo olvides. No dejes que algo así apague a un buen jugador como tu, estoy seguro de que llegarás lejos.
Las chicas se habían ido al baño y eso significaba que tardarían, pues aprovechaban el recreo para peinarse y maquillarse y seguro para hablar sobre chicos lindos.
—Oye. ¿Puedo ir a verte hoy? No tengo ganas de estudiar esta tarde después de clase, encima por la noche tengo que ir al trabajo. —habló Pol sin mirarme a los ojos, se le notaba un poco nervioso, aunque no sabía bien el porqué
