Aunque no sea conmigo.

Must be love.

Al llegar a casa no podía creer lo que había pasado después del entrenamiento. Mi mejor amigo y yo nos habíamos besado y me había gustado. Dareck había estado confundiéndose desde hace un tiempo y estaba seguro de lo que sentía, me gustaba Dareck y quería intentarlo con él, pero tenía que ir lento, tengo miedo de que las cosas no funcionen y nuestra amistad se arruine.

Tomo una ducha rápida y mientras lo hago recuerdo el beso y pienso en si es buena idea enviarle un mensaje a Dareck o esperar hasta mañana. ¿Sentirá lo mismo?

Salgo de la ducha y me encuentro con mi padre, quien se ve con alegría en el rostro y me extraña un poco, pero no lo pienso tanto porque estoy pensando en ese chico rubio.

—¿Te pasa algo? —pregunta mi padre y sube sus gafas.

—No, nada. Tengo hambre.

—No me dio tiempo de cocinar, pero compré pan para que te hicieras un sándwich.

—Está bien. Gracias, papá. ¿Te preparo uno?

—Descuida, no tengo hambre. Iré a dormir, ¿sí? Buenas noches —deposita un beso en mi frente y sigue su camino.

Yo solo logro comer medio sándwich, quiero hablar con Dareck y saber que sintió con el beso, si le gustó, si lo volvería a hacer conmigo y quiero saber si le gusto también. Joder, quería hablarlo con alguien. No pude pensar en otras persona que no fuera Lucas, él siempre estaba para mí.

Le mando un mensaje, preguntando si podíamos hacer llamada y en menos de 5 minutos responde mi mensaje, diciendo que sí y en eso comienza a llamarme.

—Hey, ¿todo bien, tío?

—No... bueno sí es que...

—Ve al punto.

—Dareck y yo nos besamos.

—¿Qué? —preguntó tan fuerte que me aturdió y alejé el móvil de mi oído.

—Si, nos besamos.

—¿Cómo fue?

—¿Recuerdas el reto que debía ponerle? Lo rete a besarme.

—Bueno vale, pero igual pensará que es un reto más fuerte, ¿no?

—Bueno, le dije quiero que me beses y cuando se separó de mí le dije que el reto había terminado, pero el beso no. ¿Crees que piense que fue un simple reto? Es que no lo vi así, en realidad quería que Dareck me besara y...

—Vale, vale. Tranquilo. No creo que piense que es un simple reto. Marc, los dos se gustan, es obvio. Tu tranquilo, solo ve lento.

Solté un suspiro de alivio. De verdad necesitaba contarlo a alguien.

Hay veces que tus propios pensamientos pueden contra ti y por eso siempre es bueno tener a alguien a quien puedas contarle lo que piensas y cuando lo sueltas, termina siendo menos confuso de lo que crees.

—Gracias, Lucas.

—No hay de qué, Marc. Me alegra que te des cuenta de que entre tu y Dareck hay algo más que amistad. Otra cosa, no sientas celos de mí.

—¿Cómo que celos de ti? —pregunté.

—Marc, cuando estaba hablando con Dareck en el parque el día que se canceló el entrenamiento, sentía tu mirada y tenía cara de querer matarme.

—Bueno, pero es que...

Lucas comenzó a reírse y bajé el volumen de la llamada. Puse los ojos en blanco sabiendo que no podía verme.

—Cállate.

—Los celos son normales. Sólo no seas tóxico.

—Jamás. Y no sentí celos —mentí.