Contigo me siento bien.

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Marc:

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Marc:

Las clases del jueves habían terminado un poco más temprano de lo normal, así que decidí ir a casa de Abril para pasar un pedazo de la tarde charlando con ella.

Al llegar a su casa, saludamos a su abuela y a su hermana, quien iba de salida porque había quedado con Pol, amigo de Dareck.

Llegamos a la habitación de Abril que estaba ordenada, pero no perfectamente ordenada, tenía algunas cosas en desorden, pero eso no importaba. Su casa en general olía a flores, incluyendo su dormitorio y eso transmitía paz.

—¿Qué harás este fin de semana? —preguntó mientras se dejaba caer sentada sobre su cama.

—Iré con Dareck.

—¿A dónde?

—Su familia nos invitó a mi padre y a mi a un Bungaló.

—Oye, eso es genial. Necesitas tomar y mandar muchas fotos, sobre todo de ustedes dos. ¿Ya le propusiste ser novios?

—Aún no, pronto.

—Te estás tardando, Marc.

—Yo sé, pero casi nos descubren. Siento que su padre sospecha de algo.

—¿Les hizo una mala cara?

—No. Sólo nos vio tomados de la mano pero... tal vez no se dio cuenta.

—Puede ser. Pero estoy segura de que las cosas les van a salir bien.

—Yo pienso lo mismo. Dareck me gusta y me hace sentir en calma.

—Eso se nota, por la forma en la que hablas de él. Hasta te salen corazones flotantes —bromeó y yo le di un leve empujón.

Luego de pasar la tarde platicando en vez de estudiar y adelantar deberes, me regresé a mi casa por una llamada que recibí de mi padre, diciéndome que llegase a cenar porque quería que cenáramos juntos, así que tuve que despedirme de Abril y su abuela, deseándoles las buenas noches.

Durante el camino había empezado a sentir frío, pero en cuanto entré a casa y cerré la puerta detrás de mí pude sentir la calidez de mi hogar y aroma a alguna sopa.

Me dirigí a la cocina, siguiendo el aroma de la cena y encontré a mi padre, cocinando con concentración con un mandil de color negro que ni siquiera se había amarrado, sólo se lo había puesto por encima.

—Buenas noches —saludé y él me miró con una sonrisa.

—¿Qué tal? Ya casi termino esto.

—Bien, gracias. Iré a cambiarme y ponerme una sudadera, pero no tardó.

—Está bien, pero no tarde mucho.

—Vale.

Dejé la mochila en mi habitación y dudé en ducharme, pero no me apetecía hacerlo así que mejor lo haría mañana antes de emprender el viaje para llegar al bungalow. No me ducharía antes de ir al bachillerato, no valía la pena, sólo tendría hipotermia.

Aunque no sea conmigo.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt