Esta historia va sobre dos mejores amigos que el fútbol los une, que están a punto de dar un paso más en su amistad, que creen que todo va perfecto para ellos. Pero algo sucede. El destino es demasiado cruel cuando ve que las cosas van bien, cuando...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Dareck.
Lo único interesante que había pasado en mi fin de semana, fue recibir varias llamadas de desconocidos, las cuales no atendí, claramente. ¿Quién le atiende a un desconocido? Mis padres estaban bien, Zoe estaba bien... Marc, ¿y si había sido Marc?
Imposible, si quería llamarme lo hubiese hecho desde su teléfono.
Comenzaba a entender un poco a Marc y el porqué decidió irse, pero no entendía porque no recibía ninguna llamada de él, mucho menos un mensaje, los cuales aún no le llegaban y no entendía el porqué.
Claro, seguramente no tenía internet, pero al menos debió haber hablado con su padre, ¿no?
Quería dejar de pensar en él, así que intenté hacerlo mirando una serie, pero no funcionó, así que decidí ir a dormir, pues mañana tendría clases temprano y necesitaba descansar.
Después de las clases, regresaba junto con Pol como lo hacía todas las tardes. Hoy habíamos salido a las 2:30 de la tarde, así que apenas me daría un poco de tiempo para descansar e ir al entrenamiento, pero la verdad es que no tenía muchas ganas de ir.
—Dareck, ¿estás bien?
—Sí
—No parece. Venga, date un descanso del entrenamiento, a veces está bien descansar un poco.
—El entrenamiento me ayudaba en eso, pero ahora que Marc no está...
—Dareck, sé que extrañas a Marc y seguramente él también te extraña...
—Ojalá mis mensajes le llegasen, quiero hablar con él, Pol. Estoy a nada de irme a buscarlo.
—¿Qué tan lejos está de aquí?
—Como a una hora, tal vez.
—Si no te responde te acompaño.
—¿A dónde? —pregunté
—A buscarlo.
Sonreí, porque en mi mente la idea de ir a buscarlo me sonaba un poco loca y tenía miedo de contársela a alguien, pero sabía que Pol siempre estaría ahí para mi, porque eso hacen los amigos, están contigo y te acompañan en tus aventuras.
—Pero primero, deberías preguntarle a alguien si sabe algo de él.
—Se lo preguntaré a Lucas, pero si él no sabe tendré que ir con su padre.
—Pues eso, pregúntaselo a su padre, es más probable que sepa de su hijo.
—¿Nos vemos mañana? —pregunté-.
—¿Si irás al entrenamiento? —frunció el ceño.
—Sí, tengo que preguntarle a Lucas.
—Dale, nos vemos mañana —me dio un fuerte abrazo y recargue mi cabeza sobre su hombro.
