Esta historia va sobre dos mejores amigos que el fútbol los une, que están a punto de dar un paso más en su amistad, que creen que todo va perfecto para ellos. Pero algo sucede. El destino es demasiado cruel cuando ve que las cosas van bien, cuando...
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Marc:
Aún no llevaba ni una semana siendo novio de Darek, pero se puede decir que nada en nosotros ha cambiado. Seguimos besándonos después de los entrenamientos, seguimos enviándonos mensajes entre las clases y hablando sobre nuestros libros favoritos, aunque con el bachillerato y los entrenamientos no nos daba mucho tiempo de leer, pero al menos podíamos pasar el tiempo juntos.
—Dareck, ¿quieres ir a cenar el viernes conmigo?
—¿A dónde me llevarías? —preguntó desde el otro lado de la llamada.
Era la primera llamada que hacíamos oficialmente siendo pareja, pues casi siempre eran mensajes o audios de voz.
—A dónde tú quieras.
—Podríamos ir a ese puesto de ensaladas, siento que siempre comemos poco saludable cuando salimos.
—Pues ahí iremos. Nos vemos mañana en el entrenamiento, mi rubio.
—Marc...
—Dime.
—Te quiero.
—Te quiero, Dareck.
Colgué la llamada sin saber lo que me esperaría al día siguiente.
*
Al llegar del bachillerato, dejo mi mochila en la habitación y me doy un baño. Bajo las escaleras para preguntarle a mi padre sobre la comida y éste me saluda animado.
—Marc, tenemos que hablar —me dijo con una sonrisa.
Seguramente tendría que ver con Amelia, lo más seguro es que ya tenían una relación, pero me emocionaba escucharlo de su propia boca.
—Dime, te escucho —tomé asiento en el sofá y mi padre en el otro.
—Me llamó tu entrenador.
—¿Qué te dijo? —fruncí el ceño, ahora un poco preocupado.
—El técnico Toronto quiere hablar contigo.
—¿Para qué? —pregunté, aunque la respuesta era obvia.
—Marc, lo más probable es que te elija para su equipo a lo que me dijo tu entrenador. Marc, hijo, si es así no desperdicies la oportunidad, yo te apoyaría en todo, en gastos y estaría contigo.
—Sí, lo sé papá, pero...
—¿Pero? Es tu oportunidad.
—Pero, ¿y Dareck?
Mi padre suspiro, seguro no había pensado en él.
—Bueno, primero veamos qué es lo que te dice el técnico y luego lo hablas con él, estoy seguro que Dareck estará orgulloso de ti. Además, ¿Quién dice que no los elijan a los dos? Ambos son muy buena dupla, se complementan.
