Esta historia va sobre dos mejores amigos que el fútbol los une, que están a punto de dar un paso más en su amistad, que creen que todo va perfecto para ellos. Pero algo sucede. El destino es demasiado cruel cuando ve que las cosas van bien, cuando...
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Dareck:
Hoy me desperté un poco tarde para ir a la escuela y no me dio tiempo de desayunar, así que en la segunda clase, que era la asignatura de inglés, decidí terminar el trabajo lo más pronto posible para poder desayunar algo.
La clase duraba dos horas y como solamente necesitaba responder algunas preguntas del libro porque lo demás quedaría de tarea. Cuando terminé y entregué mi trabajo, guardé el libro en mi mochila y le avisé a mis amigos que iría a desayunar y que los esperaba allá. Pero antes, Pol me pidió las respuestas, así que me hice el disimulado buscando dinero en mi mochila y le presté mi libro para que pudiese copiar las respuestas.
Pido un sándwich, un jugo y un café y cuando la señora de la cafetería me lo entrega, me doy la vuelta y mientras camino busco un lugar para sentarme. Encuentro una mesa vacía y no me importa sentarme ahí solo, porque lo único que quería era comer y responder los mensajes que seguramente eran de Marc, ya que durante la clase anterior y ésta estuvimos charlando un poco.
Dejé las cosas en la mesa, mi mochila en el asiento a un lado mío y saqué el móvil de mi bolsillo. Como pensaba, eran mensajes de Marc. Dijo que si podía quedarme hoy después del entrenamiento, pues me diría por fin el reto que estuve esperando durante unos días.
—¿Con quién hablas? —preguntó Pol asustándome.
No me había dado cuenta cuando venía para acá, mucho menos lo vi enfrente mío hasta cuando escuché su voz y lo miré.
—Con Marc.
—Hablan mucho ya, ¿no? ¿De qué hablan?
Y fue ahí cuando le conté a Pol lo del boliche, mientras se lo conté habían llegado ya Jade y Eva, así que tuve que contarlo nuevamente para que los tres tuvieran que escucharlo.
—Marc es raro, pero a la vez es algo tierno. No sé cómo explicarlo, pero es que hasta a mi me confunde cómo actúa —Eva fue la primera en hablar.
—Es que creo que Marc no sabe cómo expresarse y por eso actúa de esa forma. Pero mira, me pregunto cuál es el reto pero lo que más me pregunto es porqué actuó cómo si estuviera celoso, porque eso es lo que parece.
—Yo pienso lo mismo. —Pol se comió el pedazo de sándwich que quedaba de sobra. —Tengo una idea, hay que ponerle una prueba de celos.
—¿Prueba de qué? —Pregunté.
—De celos. —Repitió mi amigo.
—¡Ya sé! Podemos fingir tener algo. O sea, no nos agarrarnos de las manos, pero si coquetear disimuladamente y pasar más tiempo juntos frente a él, ¿Qué dicen?
—Suena buena idea. Iba a decir que era mejor que Pol lo hiciera, pero claro, Pol está enamorado de una chica y no es tan creíble. Mejor tu, Eva.
