Viernes 13.

170 17 46
                                    


Marc

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Marc.

Faltaban sólo cinco días para que los técnicos del club Hereford asistieran para vernos y todos, absolutamente todos estábamos preparados casi al 100. Dábamos lo mejor cada día que tocaban entrenamientos, pero no tanto como para lesionarnos.

El entrenamiento terminó luego de que le di un balonazo a Carlos en la cara. No era mi intención, lo juro. Él no se cubrió bien el rostro y dio directo a su cara.

Al inicio no me reí, me acerqué junto con Álvaro para ver cómo se encontraba, pero luego de que me mirara con rabia y al intentar levantarse se tropezara con sus propios pies me reí, provocando que se molestara más. Por suerte, Álvaro controló a la bestia diciéndole algo al oído provocando que Carlos sonriera poniéndose rojo, recordando a Dareck cuando le susurraba cosas al oído. Sonreí al recordar lo que había sucedido ayer y luego de pedirle una disculpa a Carlos lo busqué con la mirada, encontrándolo recargado en el pequeño barandal de las gradas de fútbol.

Me acerqué a él sin dudarlo y me puse frente suyo, apoyando mis manos en el barandal rodeándolo. Dareck dejó de mirar su móvil y noté su nerviosismo al mirarme. Me pareció lindo cómo se miraba sudado, despeinado, el rostro de un tono rosa claro y sus ojos azules que lucían inocentes. Besé su frente sin importarme que estaba sudado, aunque claro, no había besado su sudor.

—¿Te incomoda? —pregunté susurrando a su oído.

Quería que se sintiera cómo mostrándose frente al equipo, no quería incomodarlo.

—Para nada —me agarró de las caderas acercándome a él.

Lo miré sonriendo mientras dejaba que hiciera lo que quisiera conmigo, pero alguien se metió debajo de mis brazos separándonos, era Lucas.

—Perdón que interrumpa su conversación, pero si siguen así van a terminar pasando cosas que no en el campo.

Lucas también estaba sudando y tenía el uniforme desordenado como un crío.

Dareck comenzó a reírse cuando Lucas me dio una abrazo y le dio una mirada.

—Me parece que alguien está celoso —palmeó su espalda y lo entendí, Lucas si estaba celoso.

—Yo no soy celoso... bueno sí, pero un poco.

Dareck y yo nos burlamos de él. Nos quedamos charlando un rato más fuera del campo, pero el entrenador nos regañó y nos dijo que ya nos fuéramos a nuestras casas o iba a venir un monstruo por nosotros.

—Chicos, ¿vienen a mi casa el viernes después del partido? No importa si no se pueden quedar, sólo para dormir tarde y ya saben jugar videojuegos—Dareck nos invitó.

Creí que era un plan para pasar tiempo con Lucas por lo que había pasado el día exterior, así que no dudé en responder.

—Claro, yo si voy. Lucas, tienes que venir, no te vas a arrepentir.

Aunque no sea conmigo.Where stories live. Discover now