Esta historia va sobre dos mejores amigos que el fútbol los une, que están a punto de dar un paso más en su amistad, que creen que todo va perfecto para ellos. Pero algo sucede. El destino es demasiado cruel cuando ve que las cosas van bien, cuando...
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Dareck:
Por fin llegó el viernes. Sólo una clase más de una hora y por fin podía ir a mi casa para comer, tomar una ducha y descansar un poco antes del partido.
—Dareck, ¿a qué hora es el partido? —preguntó Pol emocionado.
—A las 6:00.
—Vamos a ir a apoyarte, también irá Aitana y su hermana, Marc las había invitado.
—¿Marc o tú? —Hablábamos entre clase, pero el profesor no estaba enterado de nada porque está medio sordo.
—Bueno, yo la quería invitar pero Marc me ganó. Pero en fin, pasaré el tiempo con Aitana.
—Menos mal que estamos nosotras con Abril, porque soportar sus escenas amorosas es un asco —habló Jade acercando su cuerpo hacia nosotros.
La única que prestaba atención a la clase era Eva. Yo estaba nervioso por el partido de hoy, siempre el día de algo importante sentía nervios.
La clase terminó y me despedí de mis amigos, ellos fueron a casa a hacer los deberes y yo a descansar, tenía un solo deber, pero ese ya lo haría mañana, hoy tocaba descansar.
Llego a casa y saludo a mi madre, quien me espera con una comida ligera pero en buenas porciones para poder estar bien en el partido.
—¿Vendrá Marc hoy?
—Sí, también otro amigo del equipo, ¿está bien? No se quedan a dormir.
—Claro, no hay ningún problema. Si se les hace tarde es mejor que se queden, está el sofá.
—Yo luego del partido me voy a casa de una amiga —habló Zoe y yo la miré con sorpresa.
—Zoe, tengo que hablar contigo luego de comer.
—Lo sabía. Ya sé lo que me dirás.
—¿Qué cosa? —pregunté.
Ella se puso de pie de la silla en donde se encontraba, se acercó a mí y con sus dos manos cubrió mi oído para susurrarme algo.
—Que Marc y tú se gustan.
—Loca. —le dije.
—Eso mismo me dijo él. Yo sé cosas, hermanito.
—Sí tu dices. Intenté ignorarla por el miedo de que lo que dijera fuera real, tal vez si nos había visto, ¿pero cómo va a creer que salgo con un chico? Sería para que pensara que me atrae una chica. Lo decía por su edad, yo a los 10 años no sabía que podían gustarme los chicos.
Cuando la comida terminó, fui a la habitación de mi hermana, ella se encontraba jugando con sus juguetes, poniéndose un poco de maquillaje.
—¿Puedo pasar? —pregunté, ella odiaba que entraras sin avisar.
