1.

671 39 5
                                    

Jorge caminaba con una sonrisa enorme entre las personas del antro, Kim iba tomando su mano y Queen iba echando miraditas, las dos, buscando alfas con quien pasar la noche.

—Ay por favor, no me hagan esto, me abandonan cada que encuentran a un alfa mínimamente atractivo, si vamos a estar así tal vez deberíamos irnos... —dijo Jorge algo incómodo, Kim golpeó su hombro y negó—

—¿Cómo crees? Hay que encontrarte alguien con quien pasar la noche.

—Enserio no quiero tener relaciones con un extraño...

—¡Jorge! ¡Llevas meses sin tener relaciones sexuales!

—Hasta crees, yo no puedo vivir sin sexo, Leslie lo hace... Bien...

—Ay por Dios, sabemos que tiene la mente más cuadrada de todas, a parte, seamos sinceros, lo de ella no te llena como lo haría un buen...

Jorge giró los ojos sin dejarlo terminar, cubriendo la boca ajena con sus manos.

—También hay juguetes sexuales.

—¡Pero nada como un alfa de verdad! Vamos, damos una vuelta más, una ronda de tragos, y si no te encontramos a alguien, puedes irte.

—Tampoco es como que luzca mucho como un Omega —dijo algo incómodo, caminando tras de ambas chicas, al rededor del antro—

—No digas tonterías, si dejarás que Queen y yo escogiéramos tu ropa, lucirías más como omega, tienes buen cuerpo, cariño.

—Soy demasiado flaco.

—Hay algunos alfas a los que les gustan delgados —alzó los hombros, todavía buscando con la mirada—

—Para ustedes es fácil decirlo porque son mujeres...

Jorge estuvo bastantes horas con sus amigas, hasta que a cierta hora de la noche, con su vaso de cerveza ya caliente en la mano, las dos omegas habían encontrado dos alfas con quien pasar la noche.

—Genial —dijo girando los ojos, al notar que nuevamente, se había quedado solo—

Camino hacia los baños aún con su vaso en la mano, la música estaba muy fuerte, tenía que irse pronto, solo se tomaría ese vaso, pagaría la cuenta y podría llegar a su casa para dormir durante horas.

Jorge se vio frente al espejo, su barba bien recortada, su cabello bien peinado y sus ojos con algunos brillos.

No sabía que hacía buscando a alguien con quien pasar la noche allí, era obvio que él no era lo que buscaban, nadie querría pasar la noche con un omega como él.

—Puta madre.

El de rizos volteó cuando un chico alto y bien peinado entró al baño, se acercó al lava manos para limpiar sus mejillas, las cuales tenían los besos que algunas chicas habían dejado sobre estas, Jorge no pudo evitar reír.

Diego alzó una ceja y volteó al beta que estaba a su lado, chasqueó la lengua, sonriendo al verlo.

Era guapo.

—Espero que no te estés riendo de mi...

—Oh, una disculpa —sonrió cubriendo su boca, aún sin mirar al alfa, ni siquiera a través del espejo— Te dejaron un poco manchado...

Amigos... ¿Con derechos?. Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora