18.

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El de rizos estaba en su oficina en el teatro, su casi novio estaba grabando.

Últimamente Diego estaba muy ocupado, después del "Bum" de la serie, su pareja empezó a subir en followers, fans y por supuesto, también haters, pero a Diego no le importaba ese tipo de gente.

Él había vuelto a trabajar de coreógrafo en el teatro, no entraba a las obras (no se sentía seguro), por lo que simplemente ponía bastantes coreografías y los veía tras vestidores.

—Pase —dijo al escuchar que golpeaban la puerta de el salón de ensayos, al ver que entró un muchacho frunció su ceño y se cruzó de brazos— ¿Qué?

—Disculpe, maestro... —Dijo algo apenado, a pesar de que Jorge era joven y omega, imponía demasiado, era extremadamente exigente y le gustaba que todo saliera perfecto— Mmm... Alguien vino a verlo...

—¿A verme? —frunció su ceño, salió de el salón de ensayos, sonriendo al ver a Diego fuera con sus lentes de sol y unas flores entre los brazos— Diego...

—Coky —Jorge sonrió y caminó a él, cuando estuvo cerca miró a los lados, negó jalando el alfa hacia dentro de un camerino, el más cercano que encontró fue el camerino número uno—

—¿Qué haces aquí? ¿Para quién es eso? —el alfa sonrió y se lo tendió, era un hermoso ramo de flores coloridas, todas en tonos pastel, no tenía ni una sola rosa— Oh... Diego...

—Me pelee con la señora porque le especifiqué muy claro que no quería rosas y estuvo insiste e insiste —giro los ojos, entregándoselas con cariño—

—Pero... ¿Por qué? No tenías que... —susurro, tomando las flores con una gran sonrisa— Oh... Diego, son súper bonitas... —dijo emocionado, haciendo un puchero para envolver sus brazos en el cuerpo ajeno— Gracias...

—Te estoy cortejando, es lo mínimo que te mereces —susurro, Jorge se avergonzó por aquello, no solían cortejarlo, nunca, en los dos noviazgos que había tenido, no había pasado— Por cierto... Yo quisiera invitarte de fin de semana a mi casa en la playa...

—¿Tienes casa en la playa? —dijo sorprendido, Diego rió, burlón—

—¿Si o no?

—Mmm... ¿No estará muy ocupado el señor? Digo, con lo famoso que es y... —El mayor frunció su ceño y lo tomó de la cadera, lo puso contra la pared empezando a besarlo, sonriendo cuando Jorge abrió los ojos impresionados— Uy...

—Me estás poniendo duro, y no quiero tomarte en ese baño, se ve minúsculo —Jorge sonrió burlón, iba a hablar, pero el alfa lo interrumpió de nuevo—

El olor de ambos cuerpos empezó a ser más potente, el de Jorge más dulce, el de Diego aún más fuerte, causando que rápidamente empezaran a marearse.

—El baño se ve aceptable...

Ambos sonrieron, cerraron la puerta del camerino, para encerrarse en el baño.

...

Cuando llegaron al departamento de Diego, subieron las escaleras rápidamente, Diego lo jalo hasta el con una sonrisa, besando su frente, el omega sonrió, encantado.

—¿Te quedas hoy?

—¿Volveremos a tener sexo?

—Mmm, no me molestaría —sonrió y lo tomó de las caderas, consiguiendo que se subiera sobre el— ¿Qué comiste hoy?

—Oh... Mmm... Creo que huevo — frunció su ceño— No lo sé, no lo recuerdo, tengamos sexo.

—No.

Amigos... ¿Con derechos?. Onde histórias criam vida. Descubra agora