ODIO

Capítulo 20

NARRA JADE

Se me eriza la piel al sentir a Sam abrazarme. Me doy la vuelta y me pego a ella. Le doy un beso y otro y otro. Ella me empieza a responder a los besos.

Sam: Duerme amor- dice adormilada. ¿AMOR?

Me ruborizo. ¿Ha sido imaginación mía? Sonrío y me recuesto en su pecho. Miro a la izquierda donde la mesilla y veo mi ropa doblada, que detalle.

Cuando estaba volviendo a coger el sueño, Noa toca la puerta.

Noa: ¡Tortolassss!- se ríe- arriba.

Sam: Aggg- gruñe y le doy un besito- Jade- se queja.

Jade: Dame cariño- se ríe y me da besitos.

Sam se espabila un poco y me acerca a ella.

Sam: Te quiero- me da besitos en la frente.

Jade: Te quiero mucho- agarro su carita y le doy besos.

Nos queda mucho por demostrar pero... se que me quiere.

Nos levantamos, nos vestimos y bajamos buscando comida y vemos a su abuela, Noa y Apolo desayunando. Me siento incómoda. Desayunamos en silencio y salimos a la piscina. Sam ayuda a su abuela a recoger los platos del desayuno.

Noa: Ya veo que el alcohol hizo su efecto, cuéntame todo- dice acercándose.

Jade: Pasó exactamente lo mismo que entre tú y mi hermano.

Noa: Creo que exactamente lo mismo no- nos reímos y le echo un poco de agua, le cuento un poco por encima y su sonrisa era

Apolo: He encontrado un sitio para ir juntos los cuatro- muestra en su móvil una especie de lago, que maravilla.

Todos de acuerdo excepto Sam, la cual no nos importa su opinión. Sam se acercó y me dió un besito. Nos fuímos los cuatro juntos a la montaña, la ruta era preciosa, Sam me ayudaba a bajar las zonas empinadas.

Sam: ¿Vas bien?- dice dándome la mano.

Jade: Si, gracias- me da un besito.

Noa y mi hermano se adelantaron y nosotras nos quedamos en el río unos minutos para refrescarnos. Allí nos bañamos, jugamos y nos besamos. Seguimos nuestro camino hasta llegar al lago que Apolo había encontrado.

Apolo: ¡Voilà!- sonríe.

Vemos a varios grupos de chicos y también vemos un alquiler de kayak, barcas, etc.

Tengo talasofobia, todos lo saben, en el mar y en los lagos profundos me da mucho miedo meterme aunque a veces lo tolero, por ejemplo si conozco la playa o si es poco profundo... Apolo y Noa corren hacia abajo. Sam me agarra la mano y la miro.

Sam: Te prometo que si caes iré por ti, nunca te voy a dejar sola- me besa la mejilla.

Bajamos y mi hermano está junto a Noa mirando el cartel eligiendo que actividad hacer.

Noa: ¿Os apetece?- me mira a mi.

Jade: De acuerdo- Sam me agarra la mano y yo me apoyo en su hombro.

Hablamos con el chico y le pedimos chalecos pero no tenía disponibles, cogimos las dos barcas. Sam y yo en una Noa y Apolo en otra.

No quería mirar hacia abajo. Sam remaba, Noa y Apolo ya se había adelantado.

Sam: Podemos volver si quieres- niego- Tranquila, estoy contigo.

Veía a mi hermano a unos 10 metros alejado. Cuando conseguí calmarme, estaba tan relajada que quería quedarme ahí siempre. Sam y yo hablabamos de forma agradable. Hasta que de pronto.

Apolo: ¡Cuidado Sam!- un barco pasa rápidamente volcándonos, lo que me hace chocar contra la misma barca y hundirme.

No recuerdo nada más.

NARRA SAM

Sam: ¡JADE!- grito desde el agua.

Apolo: ¡Jade!- grita llorando y tirándose al agua.

Me hundo y abro los ojos, no la veo, subo arriba y Apolo llega donde mi, vuelve a poner la barca bien.

Sam: Necesito que te subas, la subo y la llevas rápido fuera del agua- asiente.

Me vuelvo a hundir, tan hondo que me duele la cabeza y allí la veo en el fondo, la subo de la cintura. Apolo la agarra y yo la subo por las piernas.

Sam: Rema, iré por Noa- me hace caso.

Noa: Samantha- me abraza.

Remo sin parar de escuchar a Noa llorar, no puedo parar de pensar en ella, no tengo tiempo para llorar, necesito llegar. Me duelen los brazos, cuando siento que no puedo más choco con la arena.

El dueño de las barcas le hace el RCP. Mis ojos se llenan de lagrimas. No reacciona. El chico corre por un desfibrilador. Apolo llora junto a ella. Tapo mi rostro. Alomejor tarde demasiado en encontrarla...

Su pecho sube y baja a pesar de no reaccionar, los servicios de emergencia no tardaron en llegar. Apolo la acompañó. Noa y yo corrimos a la casa de mi abuela, le explicamos todo, cogimos el coche de Noa avisamos a sus nuestros padres y en menos de 5 horas estabamos todos en el hospital. Allí le reanimaron y le hicieron una radiografía de la cabeza, otra tomografía y una resonancia.

Lloré, la besé y la acaricié delante de todos, sin importar las preguntas, sin importarme nada, lloré en su mano, lloré con ella. Agradeciendo que estaba conmigo.

Sabrina: ¿Hace cuanto tiempo te gusta Sam?- me pilla acariciando su rostro, ella llora y yo con ella- ven aquí- me abraza.

Sam: La amo- lloro- nunca pensé que la amaría.

Sabrina: Apolo me contó que la salvaste- me sigue abrazando- de no ser por ti la habría perdido.

Sam: Yo casi no la encuentro- Lloro más.

Sabrina: Pero la encontraste Sam- me acaricia el rostro- No quiero que os hagais daño- niego- no se como le contarás a tu madre, está muy confusa.

Sam: Supongo que tendré que hablar con todos- asiente.

Salgo fuera veo a Luisa. Corro a abrazarla.

Luisa: Gracias a Dios- me abraza fuerte- pensé que te perdía, ¿como está?- mira la puerta.

Sam: Dormida- suspiro.

Luisa: Mamá os pilló- susurra.

Sam: Lo sé, no pude esconderlo- me abraza.

Alberto me abraza junto a tía Julia que acababan de llegar. Noa y Apolo juntos en una silla.

Apolo: Gracias Sam- me abraza- todo fue mi culpa.

Sam: No digas eso, no te culpes de algo que ninguno de nosotros tuvo culpa, fue culpa de ese inconsciente del barco.

Noa se une al abrazo, solo quedaba que despertara Jade.