Capítulo 10

1.6K 112 4
                                    

NARRA SAM

Durante dos semanas estuvimos viéndonos y tratándonos como niñas, aunque no llegamos a hacer el amor, no nos faltan ganas pero siempre hay algo que lo estropea. Ella ya se había percatado de que me desvivía por ella, quiero tenerla conmigo.

Mañana era la boda de Luisa, hoy iría a la despedida de Luisa, Christine estará con sus amistades pero a pesar de eso dejó caer que me quería en su fiesta.

Me visto con el vestuario que Luisa mandó, una camiseta ridícula que supuestamente todas llevaríamos y el pantalón que quisieramos. Al llegar al lugar, veo que Luisa esta en la puerta junto a todas, cierro el coche y me acerco.

Luisa: Genial, estamos todas- entramos al bar, sinceramente en la fiesta eramos algunas compañeras de Luisa, Jade, Noa y yo.

Luisa subió a la parte de arriba, donde estaban los reservados. Comenzamos a beber, cuando Jade estaba casi borracha me mando un mensaje "quiero besarte" Me levanté y sin demora entre en el baño, ella captó la indirecta y poco después apareció. Entramos en uno de los cubículos besándonos suavemente, cuando llevábamos cerca de 10 minutos, los besos comenzaron a ser más profundos.

Jade: Sam- dice con mi boca en su cuello- quiero que me hagas tuya- enrreda sus manos en mi cabello.

Sam: Ven conmigo después a mi apartamento- asiente.

Seguimos besándonos un buen rato, hasta que salimos, justamente estaba Luisa en el espejo del baño. Jade se va a bailar pero yo me quedo.

Luisa: Ya me olía a chamusquina- me río con su expresión.

Sam: ¿Déjalo quieres?- me mira.

Luisa: Sabes que no podrás dedicarle el tiempo que se merece, está en una relación y eso le va a afectar.

Sam: Quiero estar con ella- digo seria.

Luisa: Te entiendo pero ella ya tiene una estabilidad, por favor ¿qué piensas hacer?- me mira- engancharte con ella hasta que os pillen- niega.

Sam: No quiero dejarla sola, no quiero estar sin ella- digo como una cría pequeña.

Luisa: Ella irá mañana con él, como en algún momento se te ocurra arruinar mi boda con Christine, te irás por donde has venido- me mira desafiante- adiós Sam.

NARRA NOA

Me gustaría hablar con Sam y recuperar algo de nuestra amistad, cuando la veo de nuevo sentada le acorralo, tengo en frente a Jade quien habla animada con otra chica.

Sam: Hola- se anima a decir- quería hablar contigo- parece que me lee la mente.

Noa: Yo también...- nos miramos y nos reímos.

Sam: Ahora enserio... se que la cagué y quiero darte una disculpa sincera, lo siento mucho por dejarte sola todo este tiempo, por no poder verte embarazada y ver a tu bebé nacer, por no escuchar tus problemas y centrarme en mi, por desaparecer en el momento más inesperado- me mira- ¿puedes perdonar a una vieja amiga?- sonrío.

Noa: Creo que no fue para tanto- me empuja y reímos, nos miramos con nostalgia- te extrañé Samy- me abraza.

Sam: Yo también a ti- le devuelvo el abrazo.

NARRA LUISA

Estoy bailando con mis amigas, a estas alturas todas estamos borrachas. Veo en una esquina a Jade y Sam, se están comiendo la una a la otra literalmente, en otro extremo a dos de mis amigas borrachas con dos chicos, otras dos estan conmigo y Noa dijo que iría con Christine a mitad de la noche.

Sam le dice algo que le hace reir como una niña. Jade y ella se miran con una nostalgia y deseo inexplicable. Al cabo de unas horas, decidimos irnos, Sam Jade y yo iríamos a mi casa.

Luisa: Sam, es aquí- le doy un beso a cada una- tengan cuidado me avisan cuando lleguen- las dos me dicen un si como si le dijeras a tu madre.

Posiblemente piense que no les va a funcionar y que es un error pero de que serviría, es decir son Jade y Sam, harán lo que quieran.

NARRA JADE

La quería, con todo mi corazón, ella me hacía no sentirme mal por nada, me hacía sentirme protegida.

Estabamos en el ascensor, Sam jugaba con su lengua en mi cuello.

Sam: ¿Estás cansada?- niego.

Me pongo de espaldas, nos miro al espejo, ella me besaba la parte trasera de mi cuello. Noto un agarrón en mi trasero, eso me hace suspirar. Sam parece no percatarse de que el ascensor esta abierto.

Jade: Vamos- tiro de ella y abre la puerta, Sam no podía pensar con claridad, solo estaba centrada en mi, cierro la puerta tras de mi. No faltó tiempo para tener mi boca junto a la suya.

Navegué en sus labios con la delicadeza de quien ama, pero al mismo tiempo con la desesperación de quien extraña.

Delineó mi cintura con una mano mientras con la otra acariciaba mi cuello. Su lengua se chocaba contra la mía, a veces como un juego inocente, otras veces con los movimientos exactos para dejarme loca. Sus labios ahora estaban tan gruesos, tan apetitosos, ya no puedo dejar de besarla.

Por un instante recordé cuando era solamente suya, de cuerpo, alma y corazón.

NARRA SAM

Un error. Un distanciamiento innecesario. Y yo perdí a la única persona que realmente valía la pena. Ahora, teniéndola en mis brazos, me doy cuenta que lo único que hice fue estar alejada de ella físicamente, porque todo este tiempo mi corazón estuvo esperando que esta maravillosa mujer regresara.

La traje más hacia mi cuerpo y me volví a concentrar en sus labios, dejando lejos los pensamientos. O por lo menos algunos de ellos. La presioné levemente aunque un tanto posesiva.

Jade: Hm- gime al notarme.

Sus manos eran cariñosas y se enredaban en mis cabellos, solamente por eso no apresuré las cosas, aunque la quería demasiado.

La tomé en mis brazos, aguantando su peso sin mucha dificultad, llegando a la habitación para acostarla delicadamente sobre la cama.

No tardé en atacar de nuevo sus llamativos labios.Bajé mi mano por su cuerpo, sintiendo las curvas que acababan con mis instintos.
Jade se arqueaba y se presionaba contra mí.
Entregada.

Me liberé de su ropa, buscando un mayor contacto.

Jade: No te detengas hoy- me ruega con mi boca en su cuello.

Bajé a sus pechos, ella se aferró a mis cabellos y cerró los ojos al sentir mis labios entrar en contacto con la parte sensible de su piel. Sus roncos gemidos ya causaban un efecto devastador en mí.

Jade: No pares por favor- me rogaba.

Sam: No pienso hacerlo- la observo- eres tan hermosa- con un tono de voz ronca, cargado de deseo- tan hermosa y mía- sus ojos verdes mostraban más de lo que podía expresar.

ODIOWhere stories live. Discover now