Capítulo 25

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NARRA SAM

Estaba esperando a Jade en la puerta de su camarote, me puse una camisa abierta con un top y unos pantalones cortos. Jade salió con un vestido corto con estampado de flores y sus sandalias, sonreí como idiota. Di un beso en su boca.

Sam: Estás increíble- había hecho ondas su pelo.

Jade: Tu también- muerde su labio- y hueles muy bien- seguimos abrazadas.

Me da besos en la boca, cierra la puerta de su camarote y salimos fuera. Venecia, era precioso. Jade estaba preciosa. Todo era perfecto, fuimos a cenar. Sus ojos brillaban de forma especial esa noche. Mi mano no se despego de la suya cada vez que íbamos caminando a algún sitio. La cena fue agradable tranquila, caminamos hasta un puesto de barcas con un chico a bordo. Era de noche pero todo estaba bien iluminado, era mágico.

Jade: Esto es perfecto Samy- me abraza.

Sam: Quiero... hablar contigo- se levanta nerviosa.

El chico de la barca no entendía nuestro idioma y hablé sin rodeos mientras dabamos el paseo por el canal.

Sam: Jade... no te he tolerado en toda mi vida, no quería tener cerca, mucho menos mirarte pero cada día tengo más claro que esas actitudes escondían mi amor hacía ti, yo siempre pensé que eras hermosa, siempre me gustaste, a pesar de todo lo que me molestabas, todo lo que estropeabas quería que hicieras loq que hiciste es nuestro cumpleaños- sonríe- ese beso lo cambió todo y a pesar de que huí porque me invadió la vergüenza y estaba tan triste, no me arrepentí nunca y no me arrepentiré jamás de lo que hemos vivido, estar lejos de ti me ha servido para aclararme, yo... quería pedirte algo- carraspeo y ella me mira confusa- quiero que seas mi novia- digo firme mirándola a los ojos, no pensaba que empezaría a llorar ni en mil años pero lo hizo.

Jade: Estoy abrumada... emocionada por esto- agarra mi rostro- por supuesto Samantha quiero estar contigo, quiero ser tu novia- cerramos la distancia de nuestros cuerpos con un beso- te quiero- sonríe.

Sam: Yo a ti también te quiero- se coloca en mi pecho tumbándonos un poco mirando las estrellas.

NARRA LUISA

La fiesta estaba llena de gente joven, la fiesta no estaban permitido padres ni chicos de menos de 18, agradecí eso. Me senté en la barra tomando mi copa. Se acerca uno de los seguridad de Noa que tenían la noche libre.

Pau: No deberías estar tan sola- sonríe y dejo de beber.

Luisa: Soy una persona solitaria- se ríe.

Pau: Sabes... soy el encargado de revisar las cámaras en la casa- se sienta- no te asustes pero... lo sé todo- giro la cabeza.

Luisa: No sé de que hablas- bebo mi copa entera.

Pau: Besaste a Chris- llama al camarero- dos copas- me señala y le digo al camarero mi pedido- y para mi Jagger redbull- enseña la pulsera- no busco enemistad, sólo quiero ayudarte, no sé... nos conocemos de hace años y ya sabes que no soy malo- eso es cierto- pero todos sabemos que Chris tiene pareja y ella se vió cómoda contigo, quizás debas entrar al juego- eso me gusta.

Luisa: ¿Cómo?- se acerca a mi oído.

Pau: Ahora mismo está mirándonos, riete y quita esa cara de amargada- le hago caso y me río- ahora vamos a bailar, en unos 10 minutos vas al baño, si de verdad está interesada en ti irá.

Hacemos todo lo que el dice, bailo con más chicos del equipo de seguridad de tío Albert.

Harry: ¿Tienes novio?- dice en mi oído uno de ellos cuando bailamos juntos.

Luisa: Quizás- Chris me mira con cara de querer matarme.

Harry: ¿En 20 minutos en mi camarote? 405- besa mi mejilla y se larga.

Pau asiente con la cabeza y me guiña el ojo.

Voy al baño como planeamos, me arreglo mi maquillaje y veo a Christine detrás de mi.

Chris: ¿Te cansaste de darme celos?- me doy la vuelta y me apoyo en el lavabo.

Luisa: Yo soy libre de hacer lo que quiera- me mira y se acerca- en cambio tú no- agarra mi rostro.

Chris: Mírame- me agarra la barbilla- ¿estás segura de lo que vas a hacer allí arriba?- hacemos contacto visual.

Luisa: Ahora mismo puedo hacer lo que me de la gana porque siempre lo he hecho, puedo besarte si quiero e irme, tengo en la 405 a alguien- Christine se aparta.

Chris: Adelante- dice- no soy tu mamá para abrirte los ojos, ya te darás cuenta que eres para mi y la estas cagando- ella es tan directa- no tienes idea de mi relación, nadie la tiene pero te diré una cosa- se acerca a mi boca- se acabó tu show de rompecorazones conmigo- me da un beso en la comisura- en la 376 estaré yo, tengo 3 números de 2 chicos y 1 chica, podría llamarlos si tardas mucho o si prefieres divertirte en la 405- se va meneando sus caderas de forma provocativa, como siempre.

Salgo corriendo de allí, se ha ido. Llamo al ascensor, al tardar tanto decido subir por las escaleras. Las subo rápido, cuando llego a la planta choco con Harry.

Harry: Decidiste venir- sonríe- pasa, ahora voy yo, iré por una botella- me da un beso en la mejilla mientras abre la puerta y se larga.

Cierro dejándola sola y me voy a las 376, toco la puerta, me agacho poniendo las manos sobre mis rodillas y me abre Christine con un tanga y una camiseta que se le transparentaba todo. Mi corazón iba rápido y no se si era por lo que estaba viendo o por la carrera que me metí.

Chris: Se acabaron las tonterias Luisa- me arranca la ropa- vas a hacérmelo y no quiero que nos interrumpa nadie- sin pensarlo dos veces empezamos a besarnos cayendo en la cama.

Luisa Díaz, futura abogada follándose a la ama de llaves y sirvienta de Albert y Julia, mis tíos y también jefe, no había nada más surrealista para la vida de mi familia, ni el noviazgo de Sam y Jade. Le quito su camiseta dejando ver sus pechos pequeños pero preciosos. Era delgada y bajita, no superaba 1,60. Mi lengua jugaba con la suya mientras mi mano se colaba en sus bragas. Su piel bronceada y sus ojos marrones se clavaron en los míos. Nos desprendimos de la ropa que quedaba por quitarnos. Porque me gusta tanto lo prohibido, se puso encima mía, mis dedos dentro de ella se movían mientras ella subía y bajaba. Maldita sea, me pone mucho. Agarro su trasero con mi otra mano y muerdo sus pezones sin agresividad, sus gemidos traspasaban las paredes del camarote. Mordí su boca y ella agarró mi cuello para buscar profundidad en el beso.

Chris: Te dije que- gime- esto sería mejor que la otra habitación- se mueve de arriba abajo agarrandome del cuello para apoyarse.

Esto era tan sexy no podía evitar capturar cada momento con mis ojos, jamás me imaginé así. Tengo fuego dentro de mi. Solo quiero hacerla mia. Se vino encima de mi cuando mi mano no paraba de entrar y salir. La puse en la cama haciéndole sentir placer con mi boca. Mi espalda estaba totalmente arañada. Cuando terminé no me sentía satisfecha, decidí ponerla a cuatro y penetrarla mientras empujaba su cabeza contra la cama.

Chris: Ah sí- gemía. Estaba tan mojada que no podía parar de tocarla.

Cuando terminamos por segunda vez nos tumbamos una junto a la otra, nos miramos y otra vez nuestras bocas y nuestros cuerpos se juntaron de nuevo, ambas sabíamos que sería una noche larga.

ODIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora