CAPÍTULO CUARENTA Y UNO

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PERSPECTIVA DE LAUREN, TIEMPO PRESENTE.

El amor es tan absurdo que solamente pudo ser ideado por un idealista, y en el fondo, aunque quisiera dármelas de pragmática y científica, yo era una puta idealista, una puta que ni siquiera cobraba por serlo.

—Pretendía que ni siquiera el viento nos lastimara y hoy siento que hasta respirar nos duele- Bebí un generoso trago directo de la boquilla de la botella. Había asaltado la cava de mi padre y ahora sentada en la silla de su despacho no me sentía ni más poderosa, ni más importante, ni más inteligente, ni más grande, simplemente me sentía ridícula. -Esta fotografía representa todo lo que odio- Le dediqué una última mirada a esa postal endemoniada.

Tomé el trozo de papel maldito y sentí cómo comenzaba a quemar mi mano, como si de ácido se tratase. Así que lo arrojé en el bote de basura y prácticamente inundé la mierda esa con mi propio vodka.

Después tiré una cerilla encendida sobre mi tragedia inmortalizada en una imagen y le prendí fuego, como si de esa manera pudiera incinerar mi presente, pero por mas vueltas que le demos a la tuerca, el trasero lo tendremos siempre detrás, es una verdad irrefutable, al menos que seas la niña del exorcista, esa sí que podía bajar las escaleras con el culo de frente, pero yo no, yo no podía cambiar mi jodida realidad.

Contemplé la sortija de matrimonio que aún tenía puesta sobre mi dedo y solté una carcajada.

***

16 DÍAS ANTES DEL TIEMPO PRESENTE.

NARRADOR OMNISCIENTE.

-¿Te imaginaste alguna vez estar así? Me refiero a no sé...Tal vez un par de meses atrás, tú...Sentada a la orilla del mar, con los pies descalzos sobre la arena y bebiendo una lata de cerveza bien helada, entrelazando tu mano con la del Psicópata Americano?- La pregunta de Matías hizo que la Psiquiatra esbozara una media sonrisa elevando su mirada hacia la hermosa puesta de sol y negó con la cabeza.

-Estoy por cumplir los treinta y de repente me siento demasiado vieja y absurda por discurrir divorciarme y pretender acompañar en su huida a un prófugo de la justicia, pero para nada es queja, por si acaso sonó como si lo fuera-

-Bueno, si algún día yo experimento la crisis de los cuarenta y me siento absurdo por envejecer...Al menos me quedará el consuelo de que estoy creciendo junto a la persona que amo, aunque divorciarme para huir tomado de la mano de un asesino...Que encima hizo picadillo a su primera esposa...Si que me la pensaría dos veces- Bromeó pero sin soltar la mano de Scarlet.

-Pensé que me dirías que cumplir 30 no me hará parecer vieja y que apenas estoy comenzando a vivir- Reía entre su mal chiste y la sensación del agua salada y tibia del mar humedeciendo sus pies.

-No eres vieja, eres hermosa y millonaria, si me lo preguntas, eres simplemente perfecta, pero tampoco es que vayan a pedirte identificación para venderte alcohol en un 7 eleven-

-Idiota- Lo reprendió con un golpe en el hombro que Matías esquivó con torpeza. -Brindemos- Chocó su lata de Budweiser con la del militar.

-Por tus futuras canas- Levantó su cerveza.

-Por las arrugas en el contorno de tus ojos, son pequeñas líneas de expresión pero...- Chispeantes estrellas resaltaban de su mirada. -Te hacen parecer más rudo y sensual de lo normal- Se mordió el labio casi con sufrimiento, ahogando un suspiro. -Eso debería ser taaan ilegal-

-Me declaro culpable, peeero es que yo ya vivo en los márgenes de la ley desde hace mucho tiempo-

Ambos pensaron que toda la escena parecía bastante graciosa así que comenzaron a reírse de sí mismos.

EL HUBIERA SÍ EXISTE  (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora