CAPÍTULO DIEZ

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"Si tienes dificultades al tomar una decisión, escoge el menor entre dos males"
-Rajneesh-

Lauren decidió no besar a Camila.

-¡No!- Rompió la cercanía del casi beso moviendo la cabeza hacia atrás. -No podemos- Se levantó para propiciar mayor distancia.

¡Esto no podía ser! ¡Esto no podía ser! ¡Esto no podía ser!. Se llevó las manos a la cabeza dándole la espalda a Camila...Dándole la espalda a su realidad.

-Pero...- Como era de esperarse, la Doctora Cabello no comprendía el repentino rechazo
-¿Por qué no? ¿Acaso sientes como si estuviéramos haciendo algo mal?- Preguntaba aún sentada desde el suelo con la boca entre abierta.

-Pues claro que estamos haciendo las cosas mal- Obviamente sonaba exaltada -No quiero complicarme la vida con nadie- Respondió nerviosa, aún de espaldas porque era incapaz de mirarla a los ojos. -Menos contigo que estás en una relación y además eres heterosexual-

Entonces Camila se puso de pie para quedar a la altura de su anfitriona y la hizo girar para que la mirara -Lauren, es obvio que no soy heterosexual, esa idea se fue de mi mente desde el momento en que comencé a coquetear contigo en ese ascensor-

-Tú y yo no...- Jauregui carecía de las palabras, daba la impresión de ser un robot agonizando, uno que se queda sin batería y ni siquiera es capaz de terminar la frase.

-¿Es por Isco?- ¡Maldita la hora en que se le ocurrió ser honesta respecto al tema!

Lauren asintió aunque lógicamente se trataba de una jodida mentira. Una más a la lista. -Él no merece esto, ni tú ni yo lo merecemos- Los ojos verdes se cerraron, reacios a mirar los de la mujer que tenía parada frente a ella.
-Créeme...Éstas cosas nunca acaban bien-

-Pero...- Camila no pensaba darse por vencida tan fácilmente, había llegado demasiado lejos como para detenerse ahora. Así que insistió, segura de que Lauren accedería a sus deseos.
-Yo no quiero estar con él...Ahora mismo quiero estar contigo porque me gustas, me gustas muchísimo- Se acercó nuevamente a ella y colocó las manos alrededor de su cuello
-Y...Me muero de ganas por pasar la noche aquí contigo- Esto último lo dijo casi susurrando, en un tono que resultaba una armonía perfecta entre ternura y sensualidad.

Lauren abrió los ojos como un par de platos. La realidad acababa de golpearla de nuevo, está vez con una fuerza descomunal. Desde que tuvo uso de razón había estado agradecida por ser una mujer físicamente sana, sin discapacidad alguna...Ahora consideraba seriamente que ser sorda sería lo mejor que podría haberle sucedido en esta vida, así no habría tenido que escuchar lo que acababa de salir desde la boca de Camila.

Sentía los ojos de Camila sobre ella, observándola, recorriendo cada facción de su rostro, como intentado descifrar lo que estaría pasando por su mente en ese momento.

Los ojos castaños la miraban confundidos, quizás hasta tristes por el aparente rechazo parcial, y a Lauren le dolía, claro que le dolía, pero no podía actuar de manera diferente. Los bichos en el estómago que hubiera podido sentir de inicio con el casi beso, se habían esfumado para convertirse en movimientos violentos que la incitaban al vómito, era incapaz de concebir la idea de que su hermana quisiera acostarse con ella, así que...Aunque le doliera...Y mucho...Porque claramente le dolía mucho, tenía que hacer algo radical. Lo suficiente como para que Camila se marchara y muy a su pesar, no volviera jamás. Entonces la abofeteó -Respétate y Respétame a mí también- Se esforzó para que su frase sonara como a una exigencia, pero sabía que sus palabras se tambaleaban y se le encogía el corazón al observar esos orbes de color café humedecerse. -No te equivoques conmigo, yo no voy a convertirme en tu experimento lésbico-

EL HUBIERA SÍ EXISTE  (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora