CAPÍTULO CINCO

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El jeep rojo aparcó en el starbucks de confianza alrededor del medio día, ese donde las tri-Amigas solían reunirse todos los miércoles para ponerse al tanto de lo que había acontecido en sus vidas desde el fin de semana que no se veían.

-Me tenías con el Jesús en la boca- Le reclamaba Alexa.

-No me di cuenta en qué momento se me apagó el móvil, estaba tan nerviosa que ni siquiera me percaté de que me estaba quedando sin batería-

-Bueno ¡YAAA! ¡PARA DE DAR EXPLICACIONES NO PEDIDAS, Y DIME LO QUE QUIERO SABER!- Gritaba como poseída por el espíritu de la curiosidad científica -¿La viste? ¿Cómo se llama? ¿Tiene los ojos verdes como los tuyos?-

-Se llama Dinah. - Ambas se pusieron de pie para formarse en la línea y pedir su infusión de frutos rojos -Y no. No la conocí, pero conocí a su compañera de piso, y es...- Se quedó un instante en silencio recordando a Camila con absoluta fascinación- La mujer más increíble que he conocido en mi vida- Suspiró.

-¿Quién?- Parecía algo perdida.

-Camila. Se llama Camila y te juro que cuando Camila sonríe- Lauren negó con la cabeza -Cuando ella sonríe algo muy extraño sucede con la boca de mi estomago-

-Lauren...- Alexa Ferrer la miró un poco enfadada -¿Te das cuenta de que tienes una hermana y estabas desesperada por conocerla? No sé si este comportamiento se trate de algo así como un mecanismo de defensa para bloquear el hecho de que tu vida ha dado un giro de ciento ochenta grados, pero...¿Es en serio? ¿Estás ligando con la compañera de piso de tu hermana?-

-No es ningún mecanismo de defensa- Negó rotundamente -¿Es en serio? ¿Me estás juzgando?- Ahora la ofendida era Lauren.

-Estás perdiendo la brújula- Le indicaron sus respectivos nombres a la Barista e hicieron el pago correspondiente -Hace unas horas solamente podías pensar en que tenías una hermana y lo único que te causaba ilusión era conocerla, saber cómo era, si tendría tus mismos ojos, los mismos gustos...Y ahora parece que no te importara-

-Dios, Alexa. ¡Estás exagerando! Claro que me importa, es sólo que esta chica es alguien fuera de serie, jamás había conocido a mujer más encantadora que ella y vale, lo admito, me tiene demasiado impresionada, ni siquiera yo entiendo que ocurrió, de pronto mi cabeza se puso en blanco y tienes razón, me olvidé por completo de que el foco de mi atención debía ser otro-

-Discúlpame, Laur- Ahora era Alexa quien parecía avergonzada -Creo que me estoy convirtiendo en una mujer sumamente amargada. Supongo que no puedo aceptar el hecho de que Lucy no volverá, y me cuesta alegrarme de que estés ilusionada cuando yo siento que me duele el pecho con el simple acto de respirar- Habría querido llorar pero no podía. Las lágrimas la habían abandonado a su suerte. Era como si todo el dolor se encontrara enjaulado, agazapado en su caja torácica.

Lauren la abrazó. -Mi Hermana se llama Dinah, es Dermatóloga y a juzgar por su consultorio lujoso, no le debe ir nada mal, creo que compartimos un poco eso del espíritu aventurero porque se fue a tomar unas pequeñas vacaciones a un sitio sin señal ni nada de distracciones tecnológicas- Sonrió, aunque a diferencia de su mejor amiga, ella sí podía derramar lágrimas y ahora mismo sus ojos se encontraban húmedos -Hermanas al fin y al cabo ¿Eh?-

-Entonces... ¿Está de viaje y por eso no pudiste conocerla?- Preguntó desenganchandose del abrazo para recibir sus respectivas bebidas.

-Tal vez regrese esta misma noche y tengo la dirección de su casa-

-Bueno, es mucho más de lo que tenías esta mañana, en verdad perdóname si fui borde contigo-

-Es normal, tranquila, además tienes toda la razón, perdí el control de mis propios pensamientos y me dejé llevar por la emoción de conocer a Camila, pero averigüé algo más sobre Dinah y creo que es importante-

EL HUBIERA SÍ EXISTE  (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora