CAPÍTULO VEINTICUATRO

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Wow! Ha sido una eternidad, ni yo misma me la creo pero estoy de vuelta. Aunque permítanme hacer la aclaración de que Irme o abandonar la historia jamás ha sido una opción.

Gracias por la paciencia, incluso muchas gracias a quienes también han estado siguiendo la otra historia de "Arder contigo en el infierno" a pesar de no ser Camren.

Gracias por esperarme y por no olvidarse de mí.

Les pido de favor que si ya no recuerdan detalles de este fic vuelvan a leerlo con calma desde el principio así gano views (jajajajaajajaja), no ya en serio, gano views pero también es necesario para reconectar con la trama, con los personajes y demás.

Y ya saben que sus comentarios siempre serán muy bien recibidos, aunque me han acostumbrado a que los gritos más emotivos solamente se pueden escuchar en el silencio o en el mute de sus dedos.

Seee seeee Regresé muy poética.

A ver quien me aguanta. (Lo qué pasa es que ya estamos en confianza ustedes saben)

***

PERSPECTIVA DE LAUREN:

-Me dedico a viajar por el mundo, documento lo más interesante y divertido de cada Ciudad que visito, les doy algunos tips a futuros viajeros que me siguen por mi canal de YouTube y listo, vivo de eso-

Recordaba una de mis primeras conversaciones con Camila y lo alejada que me encuentro ahora del foco de mi verdadera pasión.

A nivel profesional amo lo que hago,
aunque algunas veces pareciera todo lo contrario. Amo el hecho de poder incitar a otras personas a que vivan y disfruten de esas experiencias que a mí me han marcado la vida.

Les aseguro que no siempre fui una persona desvinculada de mis seguidores en redes sociales, de hecho, cuando comencé con mi pequeño proyecto, ese dichoso canal en la plataforma de YouTube, recuerdo haber realizado por lo menos cuatro en vivos para responder a las preguntas de mis suscriptores.

Este tipo de dinámicas tenían varios objetivos: Primeramente conseguir conectar con la audiencia y que a su vez ellos conectaran conmigo, dicho de otra manera mucho más sencilla, darle la oportunidad a quienes me veían de poder conocer mi verdadero yo, un conocimiento mucho más profundo de mi esencia, lo que desde mi perspectiva, abriría el camino para que más de uno pudiera sentirse identificado con alguna de mis múltiples facetas.

El segundo objetivo, sin duda, era ir subiendo contenido al canal, ya que para esos entonces mis ingresos económicos dependían totalmente de lo que mis generosos padres quisieran aportarme de buena voluntad. No me quejo. Era lo suficiente para llevar una buena vida y andar paseando de ciudad en ciudad de cuando en cuando, aunque insuficiente para alimentar un canal especializado en el tema de los viajes.

Obviamente inicié mi carrera con escapadas a lugares poco conocidos dentro del país, pero eso sí, con mucho encanto. Son de esos sitios qué tal vez a la lentilla de una cámara no representen nada espectacular como grabarse con la torre Eiffel o el coliseo de Roma al fondo, pero sin embargo, eran pequeñas joyas escondidas en el callejón de alguna pequeña ciudad. ¿Por qué les consideraba joyas? Bueno...Porqué con tan soló posar tu trasero en una de las sillas de colores pintorescos de alguna cafetería podías sentir el alma del lugar en cada respiración, era la atmósfera, era la sensación en el paladar a cada bocado degustado con el sabor tan impregnado a pastel con receta de la abuela. No hay nada mejor que la comida con ese toque casero y la capacidad de los dueños de determinado establecimiento para hacerte sentir como en casa.

¿Cómo sabía de la existencia de aquellos pueblos mágicos que merecían salir del anonimato? Muy fácil, desde pequeña fui adicta al Travel Channel y llevaba un diario en el que anotaba la lista con todos aquellos lugares que visitaría algún día lejano, cuando ya fuera mayor.

EL HUBIERA SÍ EXISTE  (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora