Butterfly. (FreenBecky)

Capítulo 18.

Logre terminar el capítulo!

Disfruten:)

***

Me encontraba en un completo dilema con respecto a lo que debía de hacer, la cita con Billy no fue tan mala como esperaba, y aunque se tomó las cosas con bastante educación, me dolía un poco el pensar en que lo herí de alguna manera, sin embargo, no podía solo ilusionarlo con algo que tarde o temprano no iba a suceder. Pero como siempre, él siendo tan amable, se tomó las cosas con calma y mantuvo una buena postura ante todo. Quedamos como amigos y así sera siempre.

Aún así, pensar en la conversación que tuvimos me dejaba con enormes preguntas, no comprendía porque él dirigía el tema de Freen hacia un gusto por mi parte, la cirujana era alguien con mucho talento y es reconocida en todo el mundo, es fácil admirarla, pero muy aparte de eso, no es secreto para nadie de que ambas no nos llevamos bien.

No comprendía como iba a pensar que ella me gusta.

No podía solo desconfiar de sus palabras, él, al igual que todos los de su grupo, conocían a la perfección a Freen, así que si confirmaba que me podría ayudar con mis ataques de pánico, ¿quien era yo para negar algo como eso? Sin embargo, la rivalidad que ambas teníamos generaba que me detuviera en aceptar la oferta, pues realmente lo menos que deseaba era terminar discutiendo con la doctora, como siempre sucede.

Sabía que debía madurar y comenzar a tomar las cosas en serio, pero no podía evitar molestarme por cada palabra que ella decía; utilizaba un tono y un dialecto que causaba irritación dentro de mi, sin mencionar por supuesto, las veces en las que me trató como la propia mierda, humillandome ante cualquier persona.

¿Que debo hacer?

No quería mencionar nada a mi madre o si quieres a las chicas, ya que ninguna sabía de mis ataques y probablemente se preguntarían porque iba a tomar clases privadas con Freen; tampoco quería que el equipo de la cirujana lo supiera pues ya suficiente reputación tenía en el hospital. Y un "Rebecca se acuesta con la cirujana cardiovascular" era algo que no quisiera escuchar. Pues ni en un millón de años eso iba a suceder.

Había decidido tomar un día libre para poder pensar las cosas con claridad, esto era un tema que no podía hablarlo con nadie, y aunque probablemente Nam y los demas lo saben, no quería acercarme para preguntar su opinión, pues sabía bien lo que responderían.

Además, ellos han dejado muy claro no ser personas que se meten en temas ajenos.

Ese trabajo lo tengo yo.

Mientras camino por las calles de Londres, me pierdo en mis pensamientos mientras escucho música relajante a través de mis audífonos; Lana del Rey tenía la voz de los mismos dioses y algunas veces escuchaba su música cuando me sentía demasiado abrumada.

No comprendo cómo hay personas que tienen sexo con su música de fondo.

Sin saber bien a donde dirigirme, camino con mis manos metidas en los bolsillos de mi chaqueta invernal, el frío es algo que me agrada y siempre aprecio cada vez que Londres está de este modo; ignorando las vibraciones de mi teléfono, las cuales probablemente son llamadas de Irin o Melissa, elevó la mirada y me sorprendo al notar el edificio residencial de Freen.

Inclino mi cabeza y suspiro, mirando a los lados.

- Bien, Becky, solo se madura y supera esa molestia. Esto es por tu bien. -Me susurro, caminando hasta llegar a las puertas del edificio.-

El guardia de seguridad me sonríe, reconociendome por mi última visita, así que caminando directamente hasta el elevador, no lo pienso mucho, presiono el botón que debo y trato de calmar mi ansiedad, pensando en que esto es por mi bien y para poder darle a mi familia lo que se merece.