Capítulo 21.

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Q teorías tan geniales hacen ustedes...

Yo digo q ese mellizo está vendiendo naranjas en Tailandia, no se 🤔

***

Al menos desde que tengo memoria, jamás me había metido en un problema que escalará a una magnitud enorme, por lo general, mis padres no eran de reprenderme mucho, y la mayoría del tiempo dejaban que hiciera lo que se me viniera en gana; en el colegio, siempre me salía con la mía, y fingir inocencia era parte de mi especialidad, sobre todo cuando las profesoras decian que yo era una niña algo problemática.

Mamá siempre me creía, y papá era capaz de demandar a cualquiera que se metiera con su niña pequeña.

Sin embargo, ahora mismo me daba cuenta de la enorme metida de pata que había hecho, el querer hacer lo que se me viniera en gana ahora me estaba dando una fuerte bofetada, y probablemente el karma por haber hecho de las mias años atrás ahora mismo venía a pasar factura.

Estoy tan pero tan jodida.

Las chicas muchas veces me advirtieron que tarde o temprano mi comportamiento me llevaría a problemas, incluso Charlotte siempre me recordaba que debía madurar. Pero entre ser la hija de dos Armstrong y luchar constantemente con mi ansiedad al pensar en un quirófano, sentía que mi comportamiento de debía a una manera de escapar de la realidad. O simplemente me estaba tratando de justificar.

No sabía que sucedería después de lo ocurrido con Freen, pero si sabía que el miedo que está invadiendo mi cuerpo es enorme. ¿A donde debo escapar?

Encerrada en el baño, cubro mi rostro con ambas manos, tratando de calmar mi respiración y buscando el modo de pensar en una solución, lo cual es casi imposible pues lo que acabo de hacer no tiene reparación.

¡Acabo de saber el secreto de esa habitación! Y no me siento para nada bien con eso.

No comprendía por qué debían mantenerlo en secreto, pero entre tanta fama de Freen y su reconocido nombre, quiza no deseaba que los noticieros metieran sus narices... Justo como yo lo hice.

Mi teléfono suena así que con mi mano temblorosa lo tomo, veo un mensaje de texto de mi madre y mi corazón vuelve a acelerarse. Esta enojada. Lo sé.

Me dirijo hasta su oficina pues es la orden que comandaba en aquel mensaje, y con mi cabeza baja camino sin querer mirar a nadie, pues aunque solo el equipo de la cirujana supo de lo ocurrido, sentía que todos me miraban muy acusatoriamente.

Iba a enloquecer.

Tocó dos veces la puerta y al no obtener respuesta decido abrirla, mi madre está sentada detrás de su escritorio, pasando sus manos por su rostro, mientras que papá está a un lado de la oficina, sentado en un sofá de cuero negro, mirando el vaso entre sus manos, el cual tiene un líquido rojo. Ambos me miran y con eso es suficiente para saber que no me saldré de esta fácilmente. Cierro la puerta detrás de mi y coloco seguro, acercándome a unos metros del escritorio, colocando mis manos frente a mi, entrelazando mis dedos.

- Tu padre y yo te hemos dado todo. -Mamá comienza, quitando sus lentes de leer.- Hemos dejado que hagas lo que se te dé la gana, jamás hemos juzgado tu modo de vivir. ¡Nunca te hemos dicho que no! -Ella se encontraba demasiado alterada, su rostro está rojo por el posible enojo, y sus ojos me miran muy fijamente.- Pero eso no es excusa para hacer lo que se te dé la gana en este hospital. ¡En mi hospital!

- Mamá, lo siento tanto yo- -Ella eleva una mano, interrumpiendo mi monólogo.-

- Desde un principio te dije que buscaras el modo de agradarle a Sarocha. -Ella se pone de pie, rodeando el escritorio para acercarse a donde estoy.- ¿Cuál es el problema de ustedes dos? ¿Por qué les cuesta llevarse bien? ¿No te das cuenta de que ella puede ser un gran impulso para tu carrera? -Trato saliva, sintiendo mis manos sudar, al igual que mi cuello. Miro a mi madre casi sin parpadear y ella hace lo mismo, cruzando sus brazos bajo su pecho.- Lo único que quiero es que tengas una buena vida, que tengas tu lugar en el mundo. ¡Y tu haces lo que se te dice que no hagas!

Butterfly. (FreenBecky)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt