Capítulo 3

4.2K 270 1
                                    

✵༄ Lando Norris – 

Cuando abandoné la habitación de Cisca me dirigí a la mía. Todo lo que anhelaba en este momento era darme una ducha y dormir un par de horas, estaba cansado del viaje y del fin de semana después de todo.

Ya cambiado y con ropa más cómoda, me recosté en mi cama; puede que no pasara mucho tiempo aquí desde hace años, pero mi habitación seguía intacta. Las sábanas siempre eran suaves, mamá se encargaba de cambiarlas seguido aunque nadie las usara. Revisé las notificaciones de mis redes sociales, asegurándome de no perderme nada importante, antes de silenciar el télefono y dejarlo en mi mesa de noche.

A lo pocos minutos me quedé dormido.

Un par de horas después me desperté lentamente, ruidos afuera fueron los causantes, me levanté y salí de mi habitación al pasillo, esperando ver a alguno de mis hermanos, sin embargo al no ver nada regresé y me recosté de nuevo, demasiado adormilado para preocuparme.

Sin embargo, un par de horas después, cuando me levante con sed y salí de mi habitación para dirigirme a la cocina, noté algo extraño. La puerta de Cisca estaba abierta tan solo un poco, y podía sentir el aire frío salir de esta. Había olvidado cerrar la ventana.

Con cuidado de no hacer ruido, abrí la puerta, dispuesto a entrar y cerrar la ventana, preocupado de que cogiera un resfriado. Mi sorpresa fue grande cuando noté que no había nadie en la habitación.

Su laptop estaba en su escritorio, abierta y encendida junto con algo de maquillaje, y su pijama a un lado de la cama. Tomé mi teléfono y llamé a mi hermana, esperando escucharlo en alguna parte de la casa. Pero eso claramente no pasó.

Revisé la hora. 3 am y mi hermana menor no estaba en casa.

Continué llamando de forma desesperada mientras iba a mi habitación a cambiarme, lo que sea que estuviera haciendo, podría necesitar mi ayuda, asi que mejor estar preparado.

Antes de volver a llamar envié un mensaje, amenazando con despertar a mamá si no me respondía pronto. La amenaza pareció dar resultado, ya que la siguiente llamada fue respondida luego de unos segundos.

— Se puede saber ¿Donde carajos estas a las 3 de la mañana de un martes? Porque en tu habitación no. — Dije ni bien respondió el télefono, con voz molesta.

— Perdón, Cisca no puede responder en este momento. — Escuché que respondió una voz suave del otro lado de la línea.

— Qué- ¿y tu eres?

— Cassandra, o Cass para los amigos. ¿Y tú?

— Yo soy- ¿Donde esta mi hermana? — Porque estaba desviándome del tema?

— Joder! Tu eres el hermano misterioso? Venga ya, si la cabrona nunca habla de ti, como se supone que supiera. — A cada segundo me ponía más nervioso, no sabía quien era la chica al otro lado del teléfono, y en este momento no podía importarme menos. — Bueno, Cisca se encuentra... indispuesta ahora, pero esta bien eh, Que yo la cuido.

— No se quien seas, pero quiero hablar con mi hermana ahora mismo. — Respondí más serio que antes, la chica hablaba como si nada, y de no ser por la mucha experiencia que tenía en las fiestas, podría haberme creído lo que dijo, pero había podido escuchar como arrastraba algunas de las palabras, así que sin duda había bebido esta noche.

— Pero si ya me presente y te dije que ella ahora no puede. Si que eres un poquito lento, no? — Suspiré al escucharla, empezaba a perder la paciencia.

— Venga no te enojes, tan solo salimos un rato con unos amigos, yo la llevo a casa en como 30 minutos. — ¿Pero que se creía esta niña? Tendría que estar completamente loco para dejarla conducir en ese estado, mucho más con mi hermana a su lado.

Love on Track | Lando NorrisWo Geschichten leben. Entdecke jetzt