Capítulo 53

2.5K 149 50
                                    

✵ꕥ Cassandra Mueller –

Lando me abrazó durante lo que parecieron horas, no me soltó en ningún momento, mientras yo trataba de poner mis pensamientos en orden. Aún había cosas que debía de contarle, era obvio; pero el haberle contado uno de los más grandes problemas, había hecho que la presión en mi pecho cesara un poco, el haber recibido nada más que su apoyo y su cariño, ayudaba a que mi miedo por perderlo se desvaneciera.

Esa noche Lando durmió conmigo descansando sobre él, con el latido de su corazón resonando en mi oído y nuestras manos entrelazadas, mientras que su otra mano descansaba en mi espalda.

Los días fueron lentos, me levantaba y Lando se encargaba de llevarme a la universidad, con un auto que quién sabe cuando había rentado, oponiéndose a que usara la moto. Asistía a clases y luchaba por concentrarme, sabiendo que no era un buen momento para perderme, con los exámenes tan cerca.

Cuando terminaba, Lando me recogía y me llevaba a casa de nuevo, me daba un baño mientras él se encargaba de cocinar algo, que luego comeríamos mirando alguna película que yo eligiera. Al inicio no quería comer nada, pero Lando no se había rendido, había cocinado cada día y se había sentado conmigo por horas, besándome cada vez que daba un bocado.

— Oye, rayito. — Me dijo el jueves, luego de haber terminado de cenar.

Lo miré interesada. — ¿Sí?

Se veía nervioso. — Quiero. — Carraspeó. — Quiero hablar de lo que pasó el otro día, bueno no solo de eso, pero...

Sonreí, tomando su mano. — Oye, puedes hablar conmigo de lo que quieras, y si realmente es algo que no quiero discutir te lo diré. Relájate, ricitos.

El sonrió también, más confiado que hace algunos segundos. — Sabes quién es Luisa, ¿No?

Asentí. — Recuerda que antes de conocerte ya era fan de Fórmula 1, así que sí, se que solía ser tu novia.

— Terminamos hace tiempo. — Aseguró. — Pero quiero que sepas que, sin importar lo que digan los fans yo ya la superé, o como quieras llamarle. Somos amigos, no cercanos, no hablamos seguido ni nada, pero tampoco estamos peleados; hay respeto mutuo entre ambos.

— Eso esta bien por mí. — Le dije con seriedad, y era verdad, no necesitaba que odiara a la chica solo para sentirme segura.

— Yo... No sé que pasará en el futuro, pero sé que si depende de mí quiero tenerte en mi vida Cass, y soy alguien que vive rodeado de cámaras la mayoría del tiempo. — Suspiró. — Yo entiendo si tu no quieres ser parte de eso, y créeme que haré todo lo que pueda por mantenerte alejada si es lo que deseas; pero si en algún momento saliera a la luz, lo más probable es que saquen rumores, y mencionen a Luisa mucho más de lo que me gustaría... Solo quería darte la seguridad de que nada de lo que digan será verdad, ¿Bien?

Sonreí enternecida y lo besé con cariño, de forma suave. — Te creo, Lan, tranquilo. Sé que ser parte de tu vida implica tener una relación pública, y no me molesta, no si estoy contigo.

— ¿Me acompañarás mañana al aeropuerto? — Me preguntó minutos después, cambiando de tema.

Yo asentí. — Claro, ¿A qué hora sale tu vuelo?

— Por la noche, llegaré a dormir en el hotel y el sábado iré a la gala.

— Luego irás a Bristol, ¿Verdad?

Esta vez el que asintió fue él. — Sí, pasaré la semana con mamá y también navidad.

— Saluda a Cisca de mi parte.

El desvió su mirada. — Sí, sobre eso... — Carraspeó. — Puede que tenga que saludar también a mis padres de tu parte.

Lo miré sin comprender.

Love on Track | Lando NorrisWhere stories live. Discover now