Love on Track | Lando Norris

Capítulo 19

✵༄ Lando Norris – 

Mi carrera había sido fenomenal, había quedado segundo, y subirme al podio una vez más se sentía increíble.

Rompí el trofeo de Max.

Ups.

Por suerte el neerlandés no estaba molesto, de hecho se había reído mucho, de lo sucedido, y de mí.

Ahora por fin venía el merecido descanso, por tres semanas, los pilotos teníamos vacaciones, para hacer lo que quisiéramos. Y podría haber ido a cualquier lugar en el mundo, pero preferí quedarme con mi familia, al menos al inicio, ya vería si surgía algún plan de última hora luego.

Cuando llegué a casa el lunes, mamá me recibió con una sonrisa y mucha comida, como siempre. No dejo de hablar de la carrera y de lo orgullosa que estaba por al menos 10 minutos, lo cuál me hizo reír, alegre; no había nada mejor que ver el orgullo en los ojos de mi madre. Era una de las razones por las que me esforzaba cada fin de semana.

Cerca de las 4 pm, mientras estaba en mi habitación, escuché la puerta junto con la voz de Cisca, bajé las escaleras, para poder saludarla, pero ella me recibió sin su usual sonrisa.

— Hey, ¿Que ocurre? — Pregunté mientras la abrazaba.

— ¿Le dijiste algo a Cass? — Me miró con miedo, y yo no podía estar más confundido.

— ¿Que? No, solo nos despedimos cuando la deje en la residencia, me agradeció y eso fue todo. No la he vuelto a ver desde entonces.

Mi hermana estaba analizándome, tratando de encontrar alguna mentira en mi rostro, pero cuando se dio cuenta de que decía la verdad, todo lo que hizo fue suspirar.

— ¿Que ocurre peque?

— Desde que volvimos no contesta mis mensajes, los primeros días la vi en el patio luego de clases, pero de eso ya pasaron casi dos semanas. No se nada de ella, y no se... — Se encogió de hombros. — Pensé que quizás tu le habías pedido de nuevo que se alejara.

— No lo hice Cis... E incluso si lo hubiera hecho, creo que ambos sabemos que no me habría escuchado, lo que le digo no podría importarle menos. — Intenté bromear, obteniendo una sonrisa triste por parte de Cisca, la atraje hacia mí, abrazándola de nuevo. Mientras acariciaba su cabello, intentaba averiguar que podría haber pasado con la rubia para que hubiera desaparecido de la nada.

No esperaba, ni en un millón de años, que su ausencia causara tal repercusión en mi hermanita, quizás, después de todo, si que era realmente importante en su vida.

Suspiré mientras la seguía abrazando, no tenía una solución para esto.

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Era viernes, y ayer los chicos habían llegado a pasar unos días aquí, todos sabían que Bristol era tranquilo, pequeño y acogedor; por ello, casi todos los años, era una tradición que los pilotos pasaran algunos días del receso de verano aquí, podíamos salir a divertirnos sin tener a cientos de personas encima, a veces nos reconocían, si, pero era más tranquilo que en las grandes ciudades.

En cuanto estuve listo, bajé a la sala, donde Pierre y Charles me esperaban, habían venido del hotel a almorzar, por invitación de mi madre. Carlos también había venido, pero se fue antes para poder cambiarse, ellos en cambio, decidieron quedarse y salir todos juntos.

— Estoy seguro de que ni si quiera Cisca se demora tanto en prepararse. — Bromeó Pierre, empezando a reírse junto con el monegasco.

— Me tardé 15 minutos, exagerados.