Capítulo 10

3.9K 264 61
                                    

✵ꕥ Cassandra Mueller –

El sábado empezó casi tan temprano como el viernes para los pilotos, aunque no para Cisca y para mí, pues la castaña se negaba a despertarse tan temprano por segundo día consecutivo, alegando que estos días eran sus "vacaciones" de la escuela.

Ahora estábamos saliendo del hotel, eran las 10:30am así que aún tendríamos tiempo de llegar y ver las terceras práticas libres. Y en un par de horas llegarían los padres de Lando, para ver la Quali.

En cuánto llegamos al circuito fuimos al hospitality, ya que Cisca no había parado de quejarse por hambre durante todo el camino. Al llegar la vi tomar huevos con dos tostadas, cereales con leche y un café. Yo tomé una manzana y una botella de agua, ganándome una mirada de desaprobación por su parte.

El desayuno fue rápido, pues yo había estado algo callada desde anoche, sumida en mis pensamientos, luego de haber recibido una llamada de mi madre, no quería pensar en eso, pero como el universo parece estar en mi contra, mi teléfono sonó con la llegada de un nuevo mensaje.

"Necesito tu ayuda Cassandra, solo por esta vez, te pagaré en un mes o dos. Tu padre no debe de saber que estás prestándome su dinero. Eres mi hija, porfavor."

Suspiré con pesar al leerlo, cuando ayer recibí su llamada desesperada, no había tenido el corazón para decirle que papá había dejado de darme dinero; seguía pagando el internado y esas cosas, pero cualquier gasto externo ya no corría por su parte, y mis ahorros estaban por terminarse. Necesitaba buscar un trabajo cuanto antes, por suerte, el final del año escolar y la graduación se acercaba.

Era un poco una mierda, que estuviéramos en pleno verano y siguiéramos en clases, pero al ser un internado con prestigio y muchos alumnos internacionales, nuestros año terminaba un poco más tarde.

Necesitaba buscar un trabajo y un lugar para vivir en Bristol, la sola idea de regresar a Estados Unidos me provocaba naúseas, no podría regresar y enfrentar todo lo que había dejado atrás, no tendría el valor para volver a ver a...

Centrada.

Tomé una respiración honda, dos, tres.

Me tranquilicé. Iba a disfrutar estos días, y no me iba a preocupar por nada hasta que regresara a Bristol.

Terminé de comer junto con Cisca y nos dirigimos a la zona de boxes, en cuanto llegamos y vi el de Alpine, me despedí de Cisca.

— Iré a McLaren en cuanto empiecen las prácticas. — Le dije con una sonrisa, aunque ella aún así se fue desanimada. Lo sentía, no quería decepcionarla cuando gracias a ella estaba aquí, ella había hecho todo para que yo disfrutara estos días y mi cumpleaños, pero no me apetecía ver al idiota de su hermano, ni que me recordara cuanto no deseaba verme.

Sin borrar mi sonrisa me adentré en el box de Alpine, ganándome un par de miradas confundidas, hasta que vi al castaño que estaba buscando.

— Francecito, ¿Me extrañaste? — Dije detrás de él, logrando asustarlo.

Cuando se giró y me miro, sonrió complacido. — Pero si es mi rubia favorita.

Me reí al escucharlo. — ¿Listo para las prácticas?

— Como siempre.

— Vaya, que humilde.

Esta vez el que se rió fue él.

Tenía intención de quedarme con el y conversar hasta que tuviera que subir a su monoplaza, pero aún faltaba poco más de una hora para que empezarán, así que no lo contradije cuando caminamos fuera de sus boxes.

Love on Track | Lando NorrisWhere stories live. Discover now