Capítulo 70

1.9K 99 10
                                    

TW: Pequeña mención de un ataque de pánico

✵ꕥ Cassandra Mueller –

Lando se fue un par de horas después, me había ayudado a comer al menos un poco, y luego había visto el inicio de una película conmigo, cuando me dijo que ya debía de irse no pude evitar sentirme mal, los días habían pasado demasiado rápido y sentía que no había aprovechado nuestro tiempo juntos.

Pero no me sentía con las energías ni los ánimos para hacer nada, solo esperaba que a él no le sentara mal; sabía que merecía mucho más, pero en este momento no era la mejor persona para pasar el rato.

Intenté ir al aeropuerto con él, pero me aseguró que estaba bien y que hacía demasiado frío en esta época para que saliera sin razón. Me besó con cuidado y prometió llamarme en cuanto llegara a Woking.

Vienna entró en mi habitación casi una hora después de que Lando se fue. No tocó, como de costumbre, simplemente entró y se recostó a mi lado, mirando al techo en silencio.

Sonreí por su compañía, y me quedé callada, perdida en mis pensamientos.

Mi madre. La universidad. Max. Lando. Nick. Su cumpleaños.

Mierda.

Todo era demasiado y solo necesitaba meterme en la cama y dormir, con la esperanza de despertar y que todos los problemas mágicamente hubieran desaparecido.

— Me llevó la cena. — Dijo Vienna de la nada, con voz suave. — Y hoy cocinó el desayuno, comimos juntos mientras dormías. — La miré confundida, pero su mirada seguía fija en el techo. — No es la clase de chico que se enoja por lo que no puede controlar y se va; es la clase de chico que se queda, y le cocina a tu mejor amiga con la que ha hablado prosiblemente dos veces o menos, e incluso trata de aconsejarla aunque no la conozca. — Sonreí, sí, ese sonaba exactamente como Lando. — No te presiono, pero te diré algo que él no dirá. Tienes que abrirte, no puedes tener un problema y esperar meses hasta contárselo, porque una relación no funciona así. Por mucho que él respete tus tiempos y sea comprensivo, en algún momento algo lo joderá todo, y si sigues así... — Suspiró. — Probablemente será tu culpa. Así que quédate en la cama hoy, llora o duerme o grita, o lo que sea que necesites; estaré aquí. Pero luego, levántate y enfréntalo, inclúyelo y deja que te ayude. Porque él se merece sinceridad, y tú te mereces su apoyo.

Bien, había veces que Vienna era realmente sabia, o mejor dicho había veces en las que dejaba ver su sabiduría y las compartía con el mundo. Cuando pasaba, me dejaba pensando por horas, porque claramente tenía razón, solo tenía que descubrir como seguir sus consejos.

— Ambos se merecen el uno al otro. Así que no lo pierdas.

Asentí. — No lo haré.

— Bien.

— ¿Ya te encariñaste con él? — Pregunté divertida, tratando de borrar la tensión de la conversación.

Vienna puso los ojos en blanco. — Es como un panda, tranquilo pero caótico a la vez. — Se encogió de hombros. — Y te hace feliz, así que ese es mi consejo.

Me reí por la comparación. — Es un buen consejo.

— Siempre doy buenos consejos. — Aseguró y suspiró. — Ahora vamos a dormir, porque estoy demasiado cansada.

Ambas reímos y la cubrí con las sábanas, dejando que ma abrazara para poder descansar.

Mañana arreglaría todo, pondría todo en orden.

─── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ───

Decir las cosas es más fácil que hacerlas. Claramente.

Love on Track | Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora