Capítulo 67

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 ✵ꕥ Cassandra Mueller –

Durante mucho tiempo, nunca me había arrepentido de mis decisiones o lo que estas causaban. Habían pasado meses desde que me había sentido mal o insegura sobre algo que hacía.

El sentimiento no era lindo.

Lando se había ido. No sabía a dónde, no sabía por cuento tiempo o si volvería. Estaba asustada y Pierre a mi lado, abrazándome mientras lloraba, parecía no saber que hacer para conseguir calmarme.

Todo se había ido a la mierda. Y era mi culpa. Debí habérselo dicho, debí contarle en algún momento en vez de esperar a que se enterara por alguien más.

El punto es que no esperaba que lo hiciera. Ni si quiera había pensado en la posibilidad de alguien más exponiendo mi pequeño pasado con Max. No es como si hubiera sido algo importante, para ninguno de los dos. Pero aquí estábamos, y yo no sabia que hacer con la situación que estaba frente a mí.

— Llamaré a Vienna. — Dijo Pierre luego de un rato en el que no conseguía que dejara de llorar. Mi mejor amiga se había ido a regañadientes en la mañana, pues ella quería quedarse conmigo luego de ver los rumores, pero yo la había convencido de que todo estaba bien y que podía irse.

No la quería aquí, no la quería preocupándose por mi justo ahora. No sentía que lo mereciera, después de todo, era mi culpa.

— No es necesario. — La voz de Lando entrando en el apartamento causó que levantara mi cabeza, asustada de que fuera una simple imaginación mía. Pero no, él estaba aquí, realmente había regresado; y se sentía como si pudiera volver a respirar. — Pierre, ¿Nos dejas solos?

El francés nos miró a ambos, tratando de decidir cual era la decision correcta, asentí con mi cabeza, dejándole saber que estaría bien; entonces el se alejó, supuse que finalmente podría ir a su hotel y cambiarse.

Lando espero a que Pierre saliera por la puerta antes de acercarse a mí, se sentó a mi lado y titubeó, como si no supiera como actuar a mi alrededor. Pero no duró demasiado, pronto me acercó, aun con duda, como si esperara que lo rechazara; para cuando estuve junto a él con mi cabeza apoyada en su pecho y mis piernas entre las suyas, sintiendo su corazón latir contra mi oreja, todo en lo que podia pensar era que no quería alejarme nunca.

— Lo siento. — Dijo entonces, tomándome por sorpresa, volteé mi rostro, para mirarlo confundida. — No debí reaccionar así, es solo que estaba... Dolido y algo confundido, y no quería hablar estando así. A veces puedo decir cosas hirientes cuando estoy en ese estado, y no quería que eso sucediera contigo.

Asentí. — Lo entiendo, no te culpo por eso; también a veces prefiero alejarme por un rato y aclarar mis pensamientos a solas.

El sonrió, supuse que contento de que fuera capaz de entenderlo. — No estoy enojado. — Dijo entonces. — Me sorprendió en el momento, porque todo el viaje hasta aquí pensé que era una mentira, un rumor estúpido de los fans. Y descubrir que de hecho estaban diciendo la verdad fue un shock, pero no estoy enojado.

— Tendrías derecho a estarlo. — Concedí.

El negó con su cabeza. — No. No lo tendría. — Suspiró y sus manos se envolvieron alrededor de mi estomago, abrazándome y acercándome más a él. — Cass me haz contado todo sobre ti. Las cosas malas, las tristes... Haz confiado en mi de una manera increíble; y te lo agradezco. Pero eso no significa que sea tu obligación contarme todo. Tienes derecho a tener una vida privada incluso conmigo; tus secretos, tus recuerdos y experiencias que simplemente no deseas contarme. — Dejó un beso en mi cabeza. — Si esto afectara de alguna manera nuestra relación... Entonces sí, quizás podría haber exigido una explicación. Pero es tu pasado, incluso si es reciente; como tu dijiste, no éramos nada en ese tiempo y tu tenias todo el derecho de hacer tu vida y divertirte cómo y con quien quieras. No me debes explicaciones por ello.

Love on Track | Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora