Andrea, una bella y virginal joven se ve obligada a hacer un trato con Dante Santoro, un mafioso, para salvar la vida de su prometido.
*Vuelvo a resubir esta historia, que fue borrada por Wattpad, espero su discreción.
*Historia +21, con lenguaje vu...
La primera vez de Andrea fue tan salvaje que Dante desgarró la vagina de la rubia, por lo que ahora una doctora le recomendó que la chica no podría tener sexo por tres días, algo que al mafioso no le agradó pues el trato era que la ojiazul pasara siete noches con él.
Cuando la doctora Grajales se marchó de la habitación, Dante comentó: No quise hacerte daño... la próxima vez no te será doloroso...
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Andrea: Eso fue lo que dije toda la noche.... que me estabas lastimando, aún así tu...
La chica calló al comprender lo de "próxima vez".
Acercándose a la rubia, el mafioso agregó: perdí el auto control la noche, pero intentaré medir mi fuerza la próxima vez si no te resistes...
Aunque Dante tenía una expresión seria, inexpresiva, su voz contenía sinceridad, quizás sentía un poco de culpa o no, Andrea no pudo descifrarlo. Aun así, una disculpa no es suficiente y tampoco borrara ni justificara lo que le hizo.
El mafioso se dirigió a la salida de la habitación diciendo: ahora descansa...
Andrea: por favor, si se arrepiente de lo que me hizo, déjeme ir de una vez...
Dante volvió a girar y su semblante se tornó sombrío y los ojos negros se volvieron más oscuros: nunca dije que me arrepentía de lo que hice... déjame aclararte algo, pasarás conmigo estas siete noches o hasta que me aburra de ti...
Ella se sintió insultada: no soy basura para que pueda desecharme cuando se aburra de mí...
Dante la escaneó de arriba debajo: despreocúpate, estoy seguro que no me aburriré de ti tan pronto...
Andrea siseó entre dientes: No soy como esas mujeres con la que seguramente está acostumbrado a estar...
Mirando la entre pierna de la rubia, Dante aseveró: tu estrecho coño es mucho mejor que el de cualquier puta con la que me he acostado...
Andrea: me está ofendiendo... yo soy una mujer decente...
Dante: deberías sentirte halagada porque en mi cama he tenido muchísimas mujeres, pero tú me provocaste un placer diferente... no solo porque te rompí el himen, si no porque tu coño me aprieta como ninguna...
Con el rostro encendido por la vergüenza, Andrea volteó la mirada, pero Dante
avanzó despacio hasta quedar nuevamente frente a la rubia, lo suficientemente cerca para oír el sonido de la respiración de ella.
