28.- De viaje

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"Me voy a los Emiratos Árabes a trabajar

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"Me voy a los Emiratos Árabes a trabajar. Tengo que reunirme con un socio muy importante. Y tú vienes conmigo".

Las palabras de Dante Santoro resonaron en los oídos de Andrea, que no daba crédito a lo que estaba escuchando.

¿Acaso estaba bromeando? ¿Los Emiratos?

La rubia no podía creer en las palabras de Dante, a pesar de saber que el hombre tenía todo el dinero para llevarla al fin del mundo si se lo proponía.

El mismo Dante la sacó de su perturbación: ¿qué pasa? No me dices nada...

Andrea: ¿Estás hablando en serio? ¿Quieres que yo te acompañe a los Emiratos Árabes?

Muy serio, Dante respondió: yo no acostumbro este tipo de bromas... si te lo he dicho es porque así quiero que sea...

Andrea: ¿Y el embarazo?

Dante: Habrá un médico a bordo. En la residencia, en los Emiratos, incluso varios. Ademas, te vendrá bien relajarte un poco. Solo estaremos tres días y regresaremos.

Aunque la idea emocionaba grandemente a la chica, titubeaba al responder: e-es que no sé, Dante... no-no estoy segura...

El mafioso la interrumpió: Andrea, no estoy pidiendo tu opinión... vendrás conmigo porque así lo he decidido... haz una maleta porque nos vamos en unas horas... apresúrate...

Dante no dijo más y salió de la habitación de Andrea irradiando esa energía de superioridad que emanaba de él.

La ojiazul obedeció y preparó una maleta con ropa que el mismo Dante le había comprado y unas cuantas horas más tardes, salieron de la mansión.

A pesar de la incertidumbre por lo que podría pasar en ese viaje, la rubia se sentía contenta de dejar la mansión, pues se había convertido en una jaula de oro durante las últimas semanas.

Más tarde, una fila de coches entraba en una zona privada y restringida y conducían a Dante y Andrea directamente al avión.

La chica casi pierde el aliento al apreciar el hermoso pájaro de acero, tan blanco como la nieve en el horizonte.

Jet privado, vuelo chárter.

Mientras miraba a su alrededor, la rubia recordó que había visto al presidente o a una celebridad volar en uno de ellos en la televisión.

Allí, en la cabina, debe haber de todo, pensó. El interior es como el de un hotel de cinco estrellas.

Ambos salieron del coche, rodeados de altos guardias de seguridad, y se acercaron a la escalinata para subir al jet.

7 noches con el mafiosoWhere stories live. Discover now