Andrea, una bella y virginal joven se ve obligada a hacer un trato con Dante Santoro, un mafioso, para salvar la vida de su prometido.
*Vuelvo a resubir esta historia, que fue borrada por Wattpad, espero su discreción.
*Historia +21, con lenguaje vu...
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Al día siguiente, Andrea se despierta por la mañana, descansada.
El suave sol se desliza por su bello rostro, iluminando con una luz cálida el amplio dormitorio en el que está sola
La rubia se pregunta: ¿Dónde está?
El mafioso ya se ha ido, dejando atrás sólo una abolladura y el olor alucinante de un hombre. Las sábanas huelen a él, a una fuerte y poderosa fragancia masculina.
Tras permanecer tumbada unos minutos más, Andrea sale del capullo de la manta, estirándose dulcemente en la cama. Mirando alrededor de la habitación.
De golpe llegan a la ojiazul los recuerdos de las dos estridentes noches que ha pasado en ese lugar. El día anterior ni siquiera había podido levantarse de la cama como resultado de su desvirgamiento.
Andrea deseaba que todo fuera una horrible pesadilla, pero la sensación de tirantez y el ardor entre las piernas le demostró que no era un sueño en absoluto, sino su increíble realidad.
Hace dos días había renunciado a su virginidad y ahora era el juguete favorito de un peligroso mafioso millonario dueño de todo un imperio, cuyo poder, fuerza, e imagen eran asombrosas.
La joven colocó suavemente su mano en el bajo vientre, suspirando, recordando los detalles de la primera vez.
¿Qué sigue para mí?, se preguntó... para qué más debía prepararse mentalmente. Aún le quedaban por sobrevivir cinco noches más.
Sobrevivir... con alguien que es peligroso y al que está prohibido amar.
Sentada en la cama, Andrea empieza a pensar en sus planes inmediatos.
Andrea: ¿Qué voy a hacer? ¿Qué voy a hacer aquí? Ni siquiera tengo ropa encima. Y no hay teléfono... no puedo llamar a Fernando para saber cómo está...
Pensamientos horribles se apoderan de la rubia.
Andrea: ¿Y si le hubiera pasado algo a Fernando? ¿Y si Dante no cumple con su palabra y lo mata? Y yo, sin saberlo, me sacrifiqué. Cuando Dante regrese, me aseguraré de exigir pruebas de que Fernando está vivo...
Con escuerzos por el desgarre vaginal, Andrea se levanta de la cama y busca sus cosas. En este momento, sólo lleva una bata y nada debajo.
La chica recuerda que su vestido de novia fue hecho retazos por las violentas manos de Dante.
Andrea suspira abatida, apretando la cintura de la bata, decidiendo conformarse con lo que tenía, cuando de repente un lastimero gruñido de su estómago, que insinuaba que tenía hambre. También tenía mucha sed.
