19.- Terrible noticia

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Andrea regresó a su solitario departamento, donde siguió llorando por lo que le había ocurrido

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Andrea regresó a su solitario departamento, donde siguió llorando por lo que le había ocurrido.

Estaba decidida a no regresar nunca más al restaurante Golden Beach, ya que era obvio que el dueño había estado de acuerdo para que Dante Santoro la usara durante toda una noche.

La rubia lloró de impotencia, pues ella no podía hacer nada contra un hombre tan poderoso y además mafioso... los hombres como Dante Santoro siempre ganan y ella era solo una víctima más.

La chica sentía su intimidad adolorida, era obvio que el salvaje mafioso la había desgarrado nuevamente... la estrechez de la vagina de Andrea y la enormidad del falo de Dante provocaban gran placer en el hombre, pero mucho dolor para la ojiazul.

Al día siguiente, Andrea apenas podía levantarse. Había dormido fatal.

La rubia estaba demasiado nerviosa después de haber vuelto a estar con el que fue su primer hombre, el que la desvirgó y por él que desarrolló un síndrome de Estocolmo.

Andrea intentó levantarse de la cama, pero el cansancio le abrumaba, tanto que ni siquiera deseaba probar bocado.

Su apetito había desaparecido por completo. Las náuseas se habían instalado. Estaba muy nerviosa por todo lo que estaba pasando.

Al ponerse de pie, la chica se sintió mareada y con la boca amarga.

Se dirigió al baño, desenroscó el grifo y se lavó la cara con agua fría. Luego se lavó los dientes. Apenas llevó el cepillo y la pasta de dientes a la boca, tuvo arcadas y vómitos.

La inocente chica creyó que se había intoxicado con la comida.

En esos instantes, Lucía la amiga de Andrea llegó al departamento para visitarla y al encontrar a la rubia con mal semblante, le preguntó.

Lucía: ¿qué te pasa? ¿estás enferma?

La rubia asintió y respondió mientras se sentaba en un sillón de la sala: Probablemente... siento el abdomen raro... pero aún falta mucho para que me baje la regla.

Los ojos azules de Andrea se abren grandemente al recordar que su periodo se ha retrasado demasiado.

Al entender la situación de su amiga, Lucía agregó: ¿Qué otros síntomas hay?

Horrorizada, Andrea se llevó las manos a la cabeza.

Andrea: He estado teniendo crisis nerviosas, ¡el médico dijo que era normal! El clima y todo, el estrés de la universidad, el trabajo. Dos o tres veces al año me retrasaba el periodo, pero me revisaban y todo era normal.

7 noches con el mafiosoWhere stories live. Discover now