Andrea, una bella y virginal joven se ve obligada a hacer un trato con Dante Santoro, un mafioso, para salvar la vida de su prometido.
*Vuelvo a resubir esta historia, que fue borrada por Wattpad, espero su discreción.
*Historia +21, con lenguaje vu...
"Mi boda con Victoria será la próxima semana. Se celebrará aquí en mi casa".
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Las palabras de Dante resonaron en los oídos de Andrea, quien tuvo que aferrarse al barandal de las escaleras.
¿La boda? ¿En una semana? Era lo que ella más temía. Más que el parto, y el dolor del mismo. Su mayor temor era perder para siempre al hombre del que se había enamorado.
En las últimas semanas, Andrea había tenido que padecer los malestares propios del embarazo, insomnio, las patadas del bebé, que cada vez eran más fuertes... todo era poco para el dolor en el pecho que sintió al saber que Dante se casaría con Victoria en pocos días.
Andrea escuchó pasos acercándose, sacándola de su ensimismamiento. Se limpió las lágrimas que se asomaban por sus ojos y fingió que bajaba las escaleras.
Las miradas de Andrea y Dante chocaron. Antes que el mafioso le dijera algo a la rubia, Franco se adelanta.
Franco: Buenos días, Andrea, Dante ya está de regreso y viene con la sorpresa que en unos cuantos días será la boda con su prometida.
Andrea tuvo que hacer un gran esfuerzo para disimular el dolor que le causaba la noticia, aunque ella misma no entendía por qué, sabía que ese día llegaría, pero no estaba preparada, su corazón aún no lo estaba.
La expresión del rostro de Dante cambió, una frialdad se instaló en él.
Se acercó a la ojiazul, confirmándole: Sí, la boda tendrá lugar en unos días. Victoria no quiere esperar más, dice que no hay razón para hacerlo.
Andrea: Ya veo.
Eso es todo lo que el nudo en su garganta le permitió decir... en esos instantes, Andrea deseaba desaparecer y estar sola con su dolor.
Andrea: Disculpen, pero será mejor que vaya a mi cuarto, estoy cansada...
Dante: Pero Andrea...
El mafioso intentó detenerla sujetándola de la muñeca, pero ella lo esquivó hábilmente y pasó de él... en esos instantes no deseaba siquiera que la tocara.
Andrea subió casi corriendo las escaleras, Dante hubiera deseado ir tras ella, pero una llamada de negocios se lo impidió. ***
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