30.- En los Emiratos Árabes

2.7K 107 6
                                    

Después de varias horas de vuelo, el aterrizaje estaba próximo a ocurrir, sin que esto provocara ningún miedo en Andrea.

Sentada al lado de Dante, la rubia sintió cómo el varón le sujetó la mano con fuerza mientras ella admiraba la vista a través de la ventanilla de ojo de buey.

El mafioso le señala: Allí, ¿puedes ver ese edificio?

¡Claro que si! ¡Es imposible no notar tanta belleza!, piensa la joven mientras asiente con la cabeza.

Primero fue el mar, luego atravesaron el desierto. Unos minutos después aparecieron los primeros edificios. Es una ciudad, la metrópolis más moderna del mundo, que crece en medio del desierto.

Y luego estaban los rascacielos... poderosos rascacielos que brillaban con el resplandor del bochornoso sol, tratando de alcanzar las nubes. Uno de ellos destaca llamativamente, adornado con un remate plateado en forma de bayoneta y que brilla de forma tan deslumbrante que Andrea entrecierra los ojos.

Dante le dice con entusiasmo, al notar el asombro de la chica: Es el Burj Khalifa... el rascacielos más alto del mundo.

Andrea cree estar soñando, pues nunca pensó llegar a conocer un lugar que solo conocía por las revistas o la televisión

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Andrea cree estar soñando, pues nunca pensó llegar a conocer un lugar que solo conocía por las revistas o la televisión.

Cinco minutos después, el piloto anuncia por el altavoz que el avión se prepara para aterrizar.

Hay un ligero movimiento en el estómago de la ojiazul cuando el pájaro de acero comienza a descender. La pista se acerca. Entonces el tren de aterrizaje toca el suelo suavemente...

El jet privado ha aterrizado y Andrea exhala con alivio, llevando ambas manos a su creciente estómago.

Pronto, el jet se detiene por completo y los motores se apagan.

Dante le ayuda a la rubia a desabrocharse el cinturón de seguridad y le pregunta, arqueando una ceja con un toque de picardía: ya llegamos. ¿Cómo fue tu vuelo?

Andrea titubea al recordar todo lo que ocurrió en la habitación privada del jet, y responde: Fue... Creo que ya no me dan miedo los aviones.

Por supuesto, sobre todo después de lo que Dante le hizo durante la mayor parte del trayecto aéreo... a partir de ese día, la ojiazul tendrá asociaciones calientes con los aviones.

Dante comentó guiñando un ojo: El sexo es la cura de todos los miedos.

Andrea se sonroja, pues en esos instantes una azafata entró en el compartimento para acompañarlos a la salida y desearles un buen descanso. Es obvio que escuchó la conversación, pero al mafioso no le importaba.

7 noches con el mafiosoWhere stories live. Discover now