Capítulo 9: Max

6 2 0
                                    

Estaba en mi oficina dentro de la mansión de la manada. Había decidido hablar con los tres lobos que me habían agradado. Entraron los tres y me hicieron una leve reverencia.

Vi en sus rostros que no estaban nerviosos en mi presencia y tampoco sentí que se sintieran superiores a mí. Ellos me respetaban, pero no por miedo, sino porque compartíamos los mismos ideales. Les pedí que se acomodaran en los sofás que había en mi oficina. Apenas se sentaron, les dije:

—Tomás, serás mi beta. Dustin, mi delta. Y Johans, necesito que te encargues de entrenar a los más jóvenes y, que seas mis ojos y oídos en la manada y sobretodo, que vigiles al beta Droch.

Los tres lobos se miraron entre ellos. Fue Dustin el que habló primero, con voz temblorosa.

—Sé que soy el más joven, pero juro no decepcionarlo, alfa. Daré lo mejor de mí para cumplir con sus expectativas, aunque estoy seguro de que Johans sería mejor delta que yo. No quiero defraudar a la manada ni a usted.

Johans tenía una expresión seria mirando cómo Dustin hablaba.

—Creo que eres más que el indicado —le dijo Johans a Dustin mientras le daba una palmada en el hombro—. El alfa no te ha elegido por lo que eres, sino por lo que vas a ser. Confía en ti mismo, Dustin. Eres un gran lobo.

—Alfa, yo, Tomás Hops, juro servir a la manada como su beta. Tiene mi lealtad y mi compromiso. Quiero que mi hijo viva en una manada justa, como lo era antes.

—Muchas gracias por sus palabras. Confío en que harán un trabajo excelente. Necesito que esto quede entre nosotros por ahora—Les enseño el documento con mi firma. —Los nombraré oficialmente en unas semanas, cuando sea el aniversario de la muerte de mi padre.

Los tres asintieron de inmediato.

Johans se me acercó porque tenía una duda.

—Alfa, ¿puedo preguntar algo?¿Qué quieres que consiga siguiendo a Droch?

Tomás y Dustin me miran esperando mi respuesta.

—La verdad, creo que él y mi padre son los responsables de todo esto, de que las monlies ya no florezcan, de que haya muchos jóvenes que se están volviendo más crueles. Es una teoría que tengo, pero no puedo acusar sin pruebas,ni el motivo.

Ellos se quedaron callados un rato hasta que Dustin intervino.

—Señor, hay algo que creo que le puede servir.

—Vas a ser mi delta. En estas reuniones no oficiales, por favor, no me llames señor. Dime Max. Me haces sentir como un viejo.

—Lo siento, alfa, digo Max. No volverá a pasar.

—No te disculpes, pero dime qué sabes.

—Antes de mi primera transformación, se me acercó Droch. Dijo que él quería que yo y mis amigos fuéramos donde crecen las monlies para ahí hacer el cambio. Que si lo hacíamos ahí, quizás la luna nos devolvería las monlies.

—¿Entonces se transformaron ahí? —Si fuera así, la teoría que tenía con Drew no serviría.

—No, alfa. Quería hacerlo en el mismo sitio donde habían cambiado mi padre y mi tío Rick. Mi mejor amigo también vino conmigo y los dos hicimos el primer cambio ahí, pero...

—Déjame terminar por ti. Otros de tus amigos sí fueron ahí y ahora no los reconoces.

—¡Exacto! —Dijo sorprendido.

—Déjenme preguntarles algo. Si por casualidad ustedes ven a una cachorra de otra manada, para ser exactos de WhiteMoon, entrar a nuestro territorio y ella no sabe cómo regresar a su manada, ¿qué harían?

ALFA VENDIDO: CADENAS ROTASWhere stories live. Discover now