Capítulo 13: Gloomy

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Me llamo Gloomy, o ese es el nombre que me pusieron mis amos. No tengo recuerdos de mi vida anterior, solo sé que soy un prisionero de mis enemigos, que me torturan sin piedad.

El alfa Hunter me atrapó hace cuatro años, para cobrar una venganza que no entiendo. No sé si alguna vez tuve a mi lobo. El alfa Hunter me sometió y me hirió, me hizo sentir de lo peor por ser un omega, un ser débil y obediente. Después me entregó a otro alfa, que me maltrató más que él.

Así me vendieron de alfa en alfa, sufriendo el odio y el desdén de los que me acusaban de algo que ignoro. Me decían que era un alfa inútil, que ahora era un omega, que no servía para nada. Así transcurrieron varios meses o años , hasta que uno de ellos me vendió al club Inferno, un lugar donde los humanos se divierten con las criaturas sobrenaturales .

Ahí hay otros como yo, esclavizados y encadenados, obligados a hacer cosas que nos avergüenzan.

Mi mente es un torbellino de imágenes que no reconozco, porque todo es oscuro y confuso. No puedo hablar con claridad, solo balbuceo algunas palabras. Camino con dificultad, como si mis piernas no me respondieran. Solo puedo dormir acurrucado en una habitación pequeña, donde me encadenan después de usarme.

No sé por qué no tengo lobo, por qué soy diferente a los demás. Me duele pensar que quizás nunca lo tuve, o que lo perdí

Vivo con miedo constante, con dolor insoportable. No entiendo nada de la vida, ni de lo que me pasa. ¿Qué hice para merecer esto? ¿Por qué estoy maldito? ¿Por qué me castigan así? Solo obedezco para que no me golpeen más, para que me dejen tranquilo.

Todo me aterra, como si fuera un conejo. Los humanos, los alfas, los ruidos, las luces. No sé dónde estoy, ni dónde quiero estar. Solo sé que estoy solo, y que nadie me quiere.

Los días son iguales me despiertan con un chorro de agua helada, que me hace temblar y gritar. Me arrastran fuera de la habitación, donde me esperan otros esclavos como yo. Nos hacen limpiar el suelo, las mesas, los baños, todo lo que los humanos ensucian. Nos gritan, nos insultan, nos pegan si no hacemos las cosas rápido o bien. A veces nos hacen cargar cosas pesadas, que lastiman nuestros brazos y espaldas. Mi cuerpo es frágil y delgado, lleno de cicatrices y moretones. No tengo fuerza ni energía, solo dolor y cansancio.

Nos dan de comer las sobras que los humanos no quieren, que son pocas y asquerosas. No nos alimentan bien, nos dejan con hambre y sed. A veces nos quitan la comida, solo por diversión. Nos hacen pasar hambre, para que seamos más dóciles y obedientes. Nos tratan como animales, como basura, como juguetes rotos.

Hoy han traído una nueva criatura, es un ser pequeño, veo que lo han colocado en un gran tanque de agua, dicen que será el espectáculo de mañana, cuando dicen eso ya no volvemos a ver a los que participan en el espectáculo.

Me sorprendo al ver que la criatura parece estar cómoda dentro del agua, una hada que carece de una ala me dice que es una sirena al ver como veo a la criatura.

Aquella hada es un macho como yo, a él ya otros de su especie los tratan mejor ya que ellos se dedican a atender, cocinar y otras cosas. Unos de los humanos que nos cuida ve que estoy mirando y me jala de la cadena que tengo en el cuello y me arrastra de ahí, odio que me arrastren pero si me quejo, me vuelven a golpear, no quiero eso, una vez que se detiene me mira y solo me ordena que siga limpiando. Respiro aliviado, hoy debe de estar de buen humor.

Nos llevan a nuestros lugares para atender a los humanos, mi sitio es un rincón donde me encadenan, es un lugar con unos grandes cojines los que tengo prohibido tocar, hay unos látigos acomodados sobre una mesa, y otros objetos que no sé su nombre,pero algunos me los han dado y no me han gustado, hay uno que cuando me toca me quema, pero esas heridas se curan rápido dejando asombrados a los humanos que vuelven a usarlo varias veces, sin importar lo que duele. Me cambian mi pantalón por uno con cosas de metal, sé que no es plata, pero es incómodo de usar. Una vez en mi sitio y ya preparado rocían en el ambiente un líquido que hace que me duela mis partes, hace que quiera que me toquen, no me gusta, lo odio, odio que me toquen, pero necesito que me toquen. Solo lloro en mi cabeza por que si escuchan mi llanto me golpean.

Una vez que cierran el club, me arrastran de nuevo a mi celda, mis heridas están sanado, menos una que va a quedar como una nueva cicatriz en mi muslo, la humana gano un juego y le dieron la oportunidad de usar una daga de plata sobre cualquiera de los lobos, y dijo que lo usaría sobre mi por qué no le había gustado que no llorara.

Otra vez me despiertan lanzándome un cubeta de agua helada, hoy es el espectáculo de la pequeña sirena, hoy viene gente importante, y no solo humanos sino otras criaturas poderosas, es posible que los alfas por los que he pasado también vengan.

ALFA VENDIDO: CADENAS ROTASWhere stories live. Discover now