ALFA VENDIDO: CADENAS ROTAS

Capítulo 32: Sky

Veo a Duncan afuera con Serena y siento una punzada de celos. No me gusta cómo la trata, como si fuera una molestia. Quiero que Serena me mire a mí, que me sonría, que me abrace.

Mi madre se dirige a la cocina y me dice que nos va ha preparar un almuerzo delicioso. Me pide que salga al jardín a charlar con Nina, la niña que salvé. Eduardo está hablando con Tomás y Drew. Parece un buen hombre y se nota que la ama.

Salgo con Drew al jardín y veo a Serena discutir con Duncan. Algo le ha dicho que la ha herido y enfadado. Me acerco un poco y oigo el sonido de una bofetada. Luego ella le toma de la mano y le pide perdón. ¿Por qué se disculpa si seguro él es el culpable?

Nina me ve y le quita a Serena una planta. Viene corriendo a enseñármela.

—¡Mira, mira, aún la tengo! —exclama Nina, mostrándome la flor—. Es bonita, ¿verdad? ¿Te gusta?

La miro con curiosidad, sin entender por qué está tan emocionada. Serena se acerca y veo algo extraño en ella. Sus ojos no tienen el brillo de antes. ¿Será por la planta? ¿O será por Duncan? Serena me empieza a explicar.

—Esta flor se llama Monlie. Es especial para todos los hombres lobo. Tiene el poder de curar el veneno de la plata. También puede ayudar a sanar el corazón del lobo que ha sido rechazado por su pareja. Y creemos que puede ayudarte a recuperar tus recuerdos.

La escucho con atención, pero sigo pensando por qué está así.

—¿Y qué tengo que hacer? —pregunto sin darle importancia a la planta.

—No tienes que hacer nada, si no quieres —me dice—. Es tu decisión. Puedes usarla cuando te sientas cómodo. O puedes olvidarte de ella. Solo quiero que sepas que estamos aquí para ayudarte.

Quiero decirle lo que siento, lo que significa para mí, lo que me provoca. Tengo miedo de perderla si no se lo digo ahora.

—Gracias, Serena. Gracias por cuidarme todo este tiempo. Sé que al principio fue difícil para ustedes, ya que siempre estaba confundido. Pero no sé si quiero recordar ahora. Aún no quiero saber quién soy... —trato de ordenar mis palabras.

Pienso en ella, en lo tonto que he sido. Si ella me escuchara ahora, seguro que me regañaría por llamarme tonto. No sé cómo expresarme.

Miro un rato la flor que sostiene Nina. Siento que el tiempo se congela, una luz cálida me envuelve, todo desaparece. Pero no me siento incómodo, es agradable. Oigo que alguien me llama, mis sentidos se agudizan, siento más clara la presencia de Logan. Está inquieto, nos llega un olor dulce como el chocolate y la frambuesa. Ese aroma me está volviendo loco, me hace sentir feliz y completo.

Giro olfateando de dónde proviene ese aroma y la veo. Tiene el pelo castaño claro que parece brillar con la luz del sol, sus ojos verdes me son conocidos pero están preocupados y casi sin brillo. Tiene una cara redonda que le da un aire de niña buena, pero parece que está sufriendo. No quiero eso, es mía para amar y proteger.

—Mate —le digo reconociéndola como mía.

—Max, soy yo... —me dice, con voz temblorosa—. No te preocupes. Todo va a estar bien.

Intento recordar ese nombre. La veo acercarse y siento un dolor indescriptible que me hace retorcerme. Y siento cómo toda mi vida pasa por mi cabeza. Y ahí están, la bruja oscura Noira y Droch, inmovilizándome, colocándome un collar pesado.

—No, no, no —niego, no me van a volver a torturar.

—Déjame en paz —intento alejarme cuando la bruja se me acerca.

—Ay, ternurita —me dice la bruja—, ya te encontré y sé quién es tu mate. Y no estarás para protegerla.

—No le hagas daño —no sé quién es mi mate, pero no voy a permitir que le hagan daño.

—Muy tarde, el daño se lo vas a hacer tú —me dice Noira.

—Ya he pasado por mucho... No me torturaras... No me romperan de nuevo.

—Esta vez acabaré con todo lo que quieres, incluyendo a esa humana que tienes por mate.

—No lo consentiré —intento sacar fuerzas, siento a Logan peleando a mi lado, tratando de salir para luchar—. Te juro que te mataré, no te acerques a ... ella.

Siento mi cuerpo cambiar, siento mi poder, voy a acabar con Noira, no dejaré que ni ella ni Droch lastimen a mi mate. Ella es humana y no aguantaría su ataque. Logan también está enfadado, gruñe a todos, quiere atacarlos.

—Te deseo una buena vida. Deseo que seas feliz. —Oigo la dulce voz de mi mate, pero por qué me está dejando, Noira le ha hecho algo, sus hermosos ojos no tienen color.—Deseo que encuentres a tu otra oportunidad, sé que lo mereces y la Luna si te ha sanado es para que vivas feliz con una mate que aceptes. Una que te haga sentir completo

Logan dejó de gruñir, miro sin saber qué está pasando, Noira ni Droch están. Veo a mi mate, siento su dolor, no comprendo, quiero abrazarla pero estoy en mi forma de lobo, tal vez eso la esté asustando, en eso aparece una criatura que se hace grande, seguro que la va a atacar, pero mi mate se agarra de ella y se sube.

—Adiós Logan, sigue cuidando de él, que siempre recuerde que es libre y que él es el único dueño de su vida —por qué se despide, ella reconoce a mi lobo.

—Adiós Max —ella se despide de mí.