Capítulo 34: Max

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Noira arroja a Serena por los aires con un tornado de gas oscuro. Serena y Katzi se ven distintas, como si les faltara algo. Katzi está más pequeña desde que se llevó a Serena. Lanza bolas de fuego a Noira, que apenas las esquiva. Luego Serena hace lo mismo. La he visto usar ese ataque en los entrenamientos, pero esto es demasiado.

—Hay que detener a Serena antes de que se quede sin energía —Remy me grita.

—Sus ojos se vuelven blancos por momentos —Tora dice con preocupación.

—Max, trata de que Serena te vea, llama su atención, mientras yo me ocupo de Noira —Remy me dice y corre a un lado para atacar a Noira.

—¡Serena! —La llamo mientras me acerco— ¡Serena, estoy aquí contigo!

Ella está concentrada en la pelea con Noira, que ignora los ataques de Remy y solo se dedica a atacar a Serena o a Katzi.

—¡Serena, lo siento! —Insisto— ¡Serena, nunca te quise alejar!

No sé si me escucha, pero Noira sí. Ella se gira y me mira.

—Te dije que acabaría con ella, y luego iré a por ti —Noira me amenaza. Serena dirige su mirada a donde estoy y aprovecho para gritarle, para rogarle que se detenga.

—Serena, detente, perdóname, todo este tiempo te he amado y no me atreví a decírtelo. —Ya no me importa suplicar si con eso ella se salva.

—¡Ay, ternurita! Nunca cambias, ¿crees que ella te amará después de saber cómo te usaron? —Noira me dice con una voz que me hiela.

Siento mi cuerpo congelarse, recuerdo esa sensación cuando me inmovilizó. Con su poder me acerca a ellas. Serena hace un movimiento de manos y Katzi se pone delante de mí y el efecto de inmovilidad desaparece.

●— Tranquilo, no dejaremos que te lastimen —Creo que es la voz de Katzi que me habla en mi cabeza.

●— No quiero que las lastimen —Le digo a Katzi con toda preocupación.

●— Estaremos bien, no tienes por qué culparte de lo que suceda —Su voz es más débil.

●— Después de reconocer a Serena como mi mate, dejé de verla y vi a Noira amenazándonos —Le intento explicar como puedo— Cuando recuperé mi conciencia Serena se había ido, dile eso por favor, la necesito en mi vida, nunca habrá otra para mí.

●— Trataré de explicarle.

Siento cómo Serena me observa, quiero ir a protegerla, pero Katzi me lo impide. Ella me da esa sonrisa dulce pero llena de tristeza, que me da miedo de lo que suceda. Noira empieza a lanzar varios ataques de oscuridad, veo los sitios que impacta como se destruyen.

Serena es un rayo, sus manos arden en llamas carmesí. Ataca sin vacilar y tumba a Noira, que humea por el pecho. Un aullido resuena. Serena se inclina sobre Noira, le susurra algo y la deja muerta. Katzi está a mi lado, reducida al tamaño de un gato. Ahora apenas puede moverse, su energía se está acabando por completo.

Corro hacia Serena, que tiembla y sangra. Está a punto de caer cuando veo a Verrat, el lobo de Droch, que se abalanza sobre ella con un rugido. Siento un calor que me recorre el cuerpo, mi piel se rasga, mi pelo crece, mis dientes se afilan. Me transformo al instante. Serena me mira con terror. Cree que soy otro enemigo, que voy a acabar con ella. Pero antes de que pueda hacer nada, Verrat la alcanza y le muerde la espalda. Ella grita de dolor. Lo embisto con furia. El impacto es brutal, se escucha un crujido de huesos.

No hay tiempo para explicaciones. Me enzarzo en una lucha a muerte con Verrat, que me muerde, me araña, me amenaza. Respondo con la misma violencia, con el mismo odio, con el mismo instinto. Su sangre caliente llena mi boca, su aliento fétido roza mi cuello. Me hiere el hombro, le arranco un trozo de oreja. Me rasga el costado, le desgarro el vientre. Me aparta con fuerza, le salto encima.

ALFA VENDIDO: CADENAS ROTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora