Capítulo 18.

2.6K 314 43
                                    





JUNGKOOK:







Al despertar lo primero que veo es a un Jimin luciendo como un ángel dormido. Tan precioso. Tan lindo. Tan brillante. Tan tierno. Tan...

Suelto un suspiro.

Si que me he enamorado de golpe de ese hombre.

- Buenos días amor.- Le susurro bajisimo para que no me escuche y dejo un beso en sus cabellos.

Con cuidado y despacio me levanto de la cama tratando de no hacer ruido alguno, así desnudo camino por la habitación dirigiéndome al baño donde me aseo un poco para después vestirme con apenas unos shorts. Lo miro una vez más con una sonrisa y lo dejo solo y durmiendo en la habitación. Saludo por los pasillos a algunas empleadas que me miran sonrojadas por mi semidesnudez, ellas están limpiando esa enorme casa como siempre, me pregunto cuantas veces al día limpian lo mismo. Imagino que tres o cuatro, exagerado a mi parecer pero conociendo los gustos y el amor de Jimin por el arte de su casa, es válido.

- ¿Un jugo de naranja o de fresas? - Me cuestiono cuando ingreso a la cocina.

Planeo llevarle el desayuno a la cama a Jimin. Y espero ganar puntos con ese detalle. Primera vez que hago algo así de cursi a primeras horas de la mañana pero valía la pena hacerlo para él.

Al final decido hacerle un poco de todo. Café, jugo de naranja, unas tostadas, huevos, tocino y fruta picada. Quizás podríamos compartir juntos en la cama y darnos en la boca, en mi mente hay una celebración ante la idea. Termino de preparar todo y lo pongo en una bandeja, miro con desconfianza mi acción porque siento que falta algo pero cuando mis ojos se topan con un florero supe lo que faltaba. Con descaro y pidiendo disculpas al aire, porque no había nadie más viéndome, robo una flor bonita y la coloco en la bandeja. Más confiado por mi acción camino de regreso a la habitación donde me topo con la escena de Jimin boca abajo con el trasero un poco alzada dándome una vista hermosa y sexy. Me estoy tentando a otra cosa pero me cacheteo mentalmente para continuar con mi objetivo.

Dejo la bandeja de desayuno en la mesita que esta a lado de la cama y me acerco a Jimin, despertandolo suavemente con besos o caricias en la espalda. Él se remueve y poco a poco abre los ojos mirándome con confusión.

- Buenos días señor Park.- Uso un tono coqueto.

- Uhmm... Buenos días.- Se estira en la cama y se gira boca arriba logrando que pierda la anterior vista de su trasero alzado.

Carajo.

Ya tendré oportunidad para seguir mirando ese trasero en otro momento.

- ¿Qué hora es? - Pregunta.

Me encojo de hombros.- Ni idea. Solo me desperte y fui a la cocina a preparar el desayuno para ti.

- ¿El desayuno? ¿Para mi? - Su reacción es como de no creérselo.

Tomo la bandeja y la acerco a la cama, Jimin toma asiento y mira tragando saliva todo el contenido de la bandeja pero sus ojos se detienen en la flor. La toma en sus manos y observa con detenimiento sonriendo.

- Que bonito.- Murmura para él.

Se la quito y la coloco detrás de su orejas, lo sentí ponerse incómodo con mi acción pero solo fue unos segundos porque estiro la mano para tomar el vaso de jugo y beber un poco.

- Esto es mucho para mi. Debemos compartirlo.- Y tras escucharlo, cante victoria internamente.

No necesite más palabras y comemos juntos tal cual lo había imaginado hace rato. Le di en la boca las tostadas, le ofrecí fruta y un poco de lo demás. Él aceptó gustoso comiendo con una media sonrisa.

Bien Jungkook, vamos campeón.

- Está delicioso.- Dijo terminando de comer un poco más y me hizo una seña con su mano de "basta" y que llego a su limite por lo que alejo la bandeja de nosotros.- Voy a explotar si sigo comiendo.- Se ríe y acaricia su pansita levemente hinchada por lo que comió.

- Así pareces embarazado de mi de dos o tres meses.

Una risa escandalosa llena mis oídos junto a un golpe suave en mi pecho.

- Estas diciendo tonterias, mocoso.- Y sigue riéndose, tomando con buen humor mi broma de hace un momento.

Lo hice reír.

Eso es importante.

Todos los días hacerlo reír.

- Imagína que lleves a mi hijo dentro de ti y te crezca la pansita como una sandia.

Arquea una ceja mientras sonrie.- Eso no pasará porque es imposible al ser un hombre.

- Te dije, imagina.- Le recuerdo.

Él parece dudarlo pero asiente con la cabeza mirándome con diversión.- Es probable que se parezca más a mi que a ti. Los genes de los Park siempre han sido como usar una fotocopiadora.

- Un mini Jimin no me importaría. Lo amaría mucho.

- Entonces, al tener un hijo podríamos casarnos.- Él deja volar más su imaginación y me encanta la idea.

- Si y también podemos hacer más hijos.

- ¿Cuantos hijos quisieras tener? - Su pregunta me deja helado.

Nunca pensé en la cantidad.

Solo quiero hijos sean propios o adoptados pero tenerlos y criarlos con la persona que amo.

- Lo que el destino quiera así sea una docena de hijos.

- ¡Woow! - Exclama Jimin retorciéndose en la cama de la risa.- Seguro tu futura pareja y tu tendrán hijos como conejos. Te deseo lo mejor, serás buen padre con todos ellos, eso se nota por el ejemplo de educación y crianza que has recibido.

Tu futura pareja y tu.

Te deseo lo mejor.

Ok, no se si tomarme eso como un pinchazo a mi burbuja imaginaria de amor. Estoy confundido. Estoy muy confundido.

- ¿Ya te espantó la idea de doce hijos o porque cambiaste de cara?

Miro a Jimin con tristeza.- Me espanta la idea de no atrapar al padre de mis hijos.

- Oh, es hombre el elegido... ¿Ya tienes a alguien en mente?

A ti.

Subamos el nivel de conquistar a Jimin.

Es hora de usar ciertos trucos que uno lee en Internet.

- Puede ser.- Respondo mirándolo fijamente.

- ¿Y crees que esa persona quiera un futuro contigo? - Hace la pregunta con una expresión diferente a la diversión.

- Eso esta por verse pero estoy dando mi esfuerzo a diario para que quiera ese futuro conmigo.

Jimin asiente con la cabeza y desvía la mirada.

Puedo notar como sus manos están haciendose puños y su respiración agitada.

Esto le está molestando y mucho.

- Ven acá.- Ordena de pronto.

Termino acostandome junto a él en la cama. Se pone encima de mi lentamente acariciando mi pecho desnudo y desliza esa mano hasta llegar a mi entrepierna.

- ¿Pasa algo? - Finjo inocencia pero por dentro estoy brincando de un pie porque parece que esta funcionando lo que me propuse.

- Nada.- Responde y poco a poco empieza besándome todo el cuerpo. Yo solo me deje hacer mirándolo embobado.

Y supe que funcionó cuando entre besos y terminar desnudo otra vez en la cama, Jimin me mordió en el cuello y lo escuché susurrar "es mio, es mio" sobre cada porción de mi piel.

SEX PARTNER || KOOKMINWhere stories live. Discover now