Un Lugar En El Psiquiátrico.

332 55 218
                                    

– Oye

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

– Oye... Oye — sonríe al recibir besos en el cuello — Hey

– ¿Uhm?

– Pasamos de ser muy cuidadosos a que me cites en tu oficina a todas horas ¿Qué esta pasando?

– Que ya no me importa nada y tampoco puedo pasar mucho tiempo lejos, admite que era una tortura vernos en la noche nada más

– Es una tortura separarnos en la noche cuando lo único que quiero hacer es dormir a tu lado — lo toma del mentón — Y que me abraces

– No abras esa herida cuando te tengo sobre mi

– ¿Y por qué me tienes sobre ti? — sonríe antes de darle un beso corto

– Porque te exigí que vinieras, te arrincone y me empujaste al sofá — también sonríe

– No me exigiste, me lo sugeriste y como soy una persona que es adicta a tu cuerpo... — pasa las manos por sus hombros — Tus besos... Tus caricias y a ti claro, pues aquí estoy

– ¿Ah si? — rodea su cintura con los brazos

– Pues aquí me tienes bobo — ríe — Pero confieso que estoy preocupada y encantada

– ¿Preocupada por qué? Yo te cuido

– De los chismes no tanto mi amor — acaricia su mejilla — Y lo digo por ti porque a mi no me importa que me digan zorra porque... Bueno lo soy — le da otro beso — Pero tú estás casado, tienes una hija, así que me gustaría que fuéramos un poco cuidadosos, esto de venir a tu oficina es peligroso

– Pero es sexy

– Eso no lo niego, es muuuy sexy

– Pienso divorciarme...

– Espera — se quita de encima — ¿Hablas en serio o sólo es una idea momentánea?

– Hice lo que me dijiste hace un mes, mande seguirla y descubrí que ella tiene un amorío, lo que no me molesta porque pues tú y yo... En fin, estoy cansado de esta mentira, estoy cansado de tener que escondernos

– Lo sé pero no quiero que te arrepientas después — se sienta — Porque no te lo voy a perdonar

– No me voy arrepentir mujer — sonríe estirandose para tocar su mano — Quiero estar más tiempo contigo y me gustaría poder presentarte con mi hija como la mujer que su papá ama, cuando sea el momento claro

– ¡Espera! — sonríe — Repite eso

– ¿Presentarte a mi hija?

– No lo otro

– ¿La mujer que amo? Uhm pues si lo eres

– ¿En serio? — chilla acercándose para darle besos — Eso no se hace Luís, hay que hacerlo con tacto

°•°•Perfidia°•°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora