Perfidia: Deslealtad o maldad extrema.
"las malas lenguas cultas la llamaban Aspasia, como a la mujer de Pericles, aquella que, con su perfidia, llenó de sangre el mundo de las calles de Samos y Megara"
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– No te vistas — pide al notar que se levantaría
– Llevo una hora desnuda y aunque me encanta empiezo a tener frío Luís
– Apagare el aire acondicionado pero no te vistas, me encanta verte
– En lo que lo apagas — jala la sábana para cubrirse toda — Estoy helada
– Pudiste dejar que te abrazara pero no quisiste
– Porque terminaríamos haciéndolo y haciéndolo — ríe — Lo que para mi sería maravilloso pero tienes responsabilidades
– ¿Tienes idea de lo bonita que te ves? — apaga el aire y se acerca a ella quitándole la sábana
– Soy bonita, claro que estoy consciente de lo bien que me veo
– Si pero ahora... No sé, es diferente
– Leí un artículo que hablaba de cómo los hombres se sienten empoderados cuando embarazan a su pareja, se sienten fuertes, viril, un buen macho — lo toma por las mejillas — Es eso nada más
– Podrá ser eso pero para mi te ves mil veces más atractiva
– Cargo con tu descendencia es por eso — ríe y lo suelta
– No es sólo eso — acaricia su cadera — Altagracia hay tantas obras de arte dirigidas a la feminidad y fertilidad porque ustedes se ven simplemente preciosas y perfectas en cualquier etapa de sus vidas
– Uhm, bueno al menos tienes la certeza de que la bebé será muy bonita, con un carácter de mierda probablemente pero bonita
– Lo prefiero, así ningún muchacho se le querrá acercar cuando crezca — la trae más cerca — Ojalá tenga el carácter de un Rotweiler, bravo y peligroso
– Ay por favor — sonríe — Tienes uno en tu antigua casa y es más dócil que cualquier otro perro, que se vea feroz no garantiza que sea un matón
– Bueno pero protege la casa bien
– Nuestra hija tendrá mi carácter, lo bueno es que rebajado porque no tendrá los mismos traumas, así que confío en que podremos lidiar con ella
– Ella va a ser una princesa consentida igual que su hermana — acaricia su vientre — Tendrá lo que quiera, cuando quiera y a la hora que sea
– Oye, oye, oye tampoco eh, no quiero lidiar con una mimada castrosa
– Isabela es mimada
– Pero no castrosa — la defiende
– Bueno Heli tampoco es una mimada castrosa y la crié yo, nuestra hija estará bien
– La sigues criando bobo, apenas tiene cinco — ríe — ¿Qué? ¿Ya te desligas de tus obligaciones o que?
– Sabes que no, me exprese mal — sonríe y se acerca para darle un beso
