Embarazada.

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Después de que Regina la dejara sola decidió ir nuevamente al closet esta vez en buscar de una pijama pero se distrajo al ver su reflejo en el espejo de cuerpo completo, sonrió leve poniéndose de lado y sacando un poco más de panza para imaginar c...

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Después de que Regina la dejara sola decidió ir nuevamente al closet esta vez en buscar de una pijama pero se distrajo al ver su reflejo en el espejo de cuerpo completo, sonrió leve poniéndose de lado y sacando un poco más de panza para imaginar como se vería en un par de semanas más; apoyo la mano en su vientre bajo haciendole un cariño mientras seguía viendo su reflejo, todavía no podía creer que estuviera embarazada y sabía que cuando se lo dijera a Martina ella diría "Sabes que esto no contribuye de manera positiva a la obsesión que sientes por ese hombre, sino todo lo contrario" y la verdad es que tendría razón, conservo al bebé sólo porque es de José Luís.







– Tú tienes mucha suerte ¿Sabes? Bueno tal vez no tanta porque llegaste a mi útero pero piensa en los genes tan bonitos que tendrás — sonríe — Tu papi es muy guapo y siendo sincera todavía enloquece a mamá, yo soy tu mamá por si no queda claro... Por supuesto que lo sabes — niega tomando su pijama de dos piezas una blusa y shorts de seda color crema — En fin, tú eres un gran consuelo porque no puedo tener a tu papi pero fue tan bueno que me dejó un pequeño o pequeña con sus genes, que considerado ¿No?

– ¡Tía!

– Estoy en el closet mi amor — termina de vestirse — ¿Vas a dormir un rato conmigo?

– Si y también quiero ver tu pancita — sube a la cama

– Apuesto que tu mamá salió de aquí y lo grito a los cuatro vientos

– Sólo me lo dijo a mi pero si, estaba muy emocionada — ríe







Antes de volver a la cama se quito el sostén para dormir más cómoda, una vez acomodada en el colchón con su sobrina levantó la blusa permitiéndole ver los cambios que su primo o prima ya habían echo en su cuerpo, Isabela estaba en las nubes desde hace tiempo que quería un bebé en la casa, fue una sorpresa grande que fuera su tía quien cumpliera ese deseo pero eso sólo lo hacía más especial.







– ¿Qué crees que sea? — se acomoda a su lado

– No tengo idea y no sé si quiero descubrirlo aún

– ¿Te vas a esperar hasta que nazca? — sonríe — Sería una sorpresa linda

– No sé si hasta que nazca pero me gustaría esperar otro poco, además no creo que se deje ver tan fácil

– ¿Por qué lo dices?

– Las veces que fui a consulta — se cobija — Siempre estaba en una posición de difícil acceso según la obstetra, creo que juntara bien sus piernas o va a jugar con el cordón umbilical y no vamos a poder distinguir que es

– Pero también hay un examen de sangre

– Lo sé pero le quita el encanto, me gustaría descubrirlo en una ecografía, no porque me sacaron sangre, aunque cuando ya no aguante la ansiedad lo más probable es que vaya por ese examen, será mi ultimo recurso

°•°•Perfidia°•°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora