Paranoia.

354 48 82
                                    

Esa tarde se regresó a casa con el premio, celebró con su sobrina y hermana por un rato antes de encerrarse en su estudio marcando un número, había puesto toda una estación de vigilancia desde que estaban en busca de algo para que José Luís tuvier...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Esa tarde se regresó a casa con el premio, celebró con su sobrina y hermana por un rato antes de encerrarse en su estudio marcando un número, había puesto toda una estación de vigilancia desde que estaban en busca de algo para que José Luís tuviera a Laura controlada y hasta ahora no finalizó con esa vigilancia pues ella volvió a encontrarse con Anibal.






– Actualizame — toma asiento

– Ya está al tanto de su embarazo Doña y se comunicó con Anibal, intervenimos su teléfono como nos había pedido así que pudimos escuchar todo

– Ella sospecha que es de José Luís ¿No?

– Así es y ahora Anibal también lo sospecha

– ¿Ya están planeando algo?

– No, Laura no puede hacer nada, con lo que le dimos al señor Navarrete, ella se niega a actuar pero...

– Anibal es otra historia — asiente

– Así es, Laura le pidió que le hiciera daño pero él no quiere actuar hasta que tenga certeza de que esta esperando un bebé del señor Navarrete

– Es obvio, no se va a meter conmigo así nada más

– Está muy molesto Doña, no le agrado para nada descubrirlo

– Vigilenlo bien, dudo que ahora intente algo pero tampoco podemos confiarnos

– Redoblamos la vigilancia después de esta conversación, lo ideal sería colocar una cámara o al menos micrófonos en su casa pero ha sido muy listo y no hemos podido ingresar

– No eso es muy peligroso por ahora, además es muy paranoico con todo eso, olviden lo de las cámaras — suspira dándose unos segundos para pensar — No quiero que los hombres se arriesguen demasiado, conocemos su manera de trabajar, no estoy dispuesta a perder buenos guardias así que no lo subestimen

– No se preocupe Doña que lo hemos estado vigilando de una distancia segura como lo ordenó

– De acuerdo, mantenme al tanto — cuelga llevándose la mano al vientre instintivamente







Esta nueva información la había puesto nerviosa al grado de que respirar estaba siendo una tarea algo difícil, sabía que estaba pasando por un ataque de pánico, no era el primero ni el último pero eso no quitaba que se asustara, por suerte Regina irrumpió y al verla con una expresión de miedo además de la dificultad para respirar, abrió la ventana y la tomó por las manos mientras le recordaba como realizar los ejercicios de respiración.







– Eso es, ya tienes mejor color, hagamos otro par ¿Si?

– No... Ya estoy mejor — murmura

– Te están temblando las manos, estas helada y algo pálida, además sigue costandote respirar... Hagamos un par más ¿Si? Hazlo por la bebé, ella también lo necesita — dice en un tono suave y calmado

°•°•Perfidia°•°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora